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1 Samuel 8:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 —Tú eres ya muy anciano, y tus hijos no son como tú. Es mejor que nos des un rey como el que tienen las otras naciones.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Mira, Samuel —le dijeron—, ya eres anciano y tus hijos no son como tú. Danos un rey para que nos juzgue así como lo tienen las demás naciones».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Le dijeron: 'Te has vuelto viejo y tus hijos no siguen tus pasos, ya es tiempo de que nos des un rey para que nos gobierne como se hace en todas las naciones'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 y le dijeron: He aquí, tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; ahora pues, constitúyenos un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Y le dijeron: 'Mira: tú te has hecho ya viejo, y tus hijos no siguen tus caminos; por tanto, establécenos un rey, como lo tienen todas las naciones, para que nos gobierne'.

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1 Samuel 8:5
12 Referans Kwoze  

Desde lo alto de los montes contemplo a este pueblo singular, a esta nación que se considera especial y quiere vivir separada.


Pero finalmente pidieron a Dios que les dejara tener un rey que los gobernara y Dios les dio como rey a Saúl. Saúl era hijo de un hombre llamado Quis, que era de la tribu de Benjamín. Y gobernó Saúl durante cuarenta años.


En vista de lo ocurrido los israelitas dijeron a Gedeón: —Queremos que tú y tus descendientes nos gobernéis, porque nos has salvado de los madianitas.


Pero ahora me rechazáis y, olvidando que soy yo quien os he ayudado en todos vuestros apuros y problemas, pedís que os proporcione un rey. Pues bien, presentaos ante mí por tribus y familias.


Pues bien, ahí tenéis al rey que me pedisteis, que vosotros habéis elegido y que Dios ha puesto sobre vosotros.


Como sabéis, estamos en el tiempo de la siega (que no es tiempo de lluvias); sin embargo, voy a pedir a Dios que envíe una tormenta con truenos y lluvia abundante para que comprendáis que, tal como Dios lo ve, habéis hecho mal al pedirle un rey.


—Me pedisteis un rey, y he cumplido vuestro deseo: os he dado un rey, que de ahora en adelante os gobernará. Desde mi juventud he sido vuestro jefe y mis hijos viven entre vosotros. Pero ya soy viejo y mis cabellos se han vuelto blancos. Ha llegado el momento de que, delante de Dios y de su rey, digáis cómo me he portado: ¿He sido injusto con alguno? ¿He robado a alguien su buey o su burro? ¿He maltratado o engañado a alguno? ¿He aceptado algún soborno para cometer injusticias? Si algo de esto he cometido, decidlo ahora y yo os pagaré lo que os deba.


En cuanto a las burras que se perdieron hace tres días, no te preocupes más pues ya las encontraron. Además, todo lo mejor de Israel será para ti y para tu familia.


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