2 El arca permaneció en Quiriat-jearim mucho tiempo: veinte años en total. Durante ese tiempo todos los israelitas se lamentaron porque parecía que el Señor los había abandonado.
Entonces David reunió a todo el pueblo de Israel. Lo reunió desde Sijor, en la frontera con Egipto, hasta la entrada de Jamat. Luego fue con ellos a Quiriat Jearín, también llamada Baalá de Judá, para llevar a Jerusalén el Arca ante la que se invoca el Dios todopoderoso que tiene su trono entre los querubines.
Los habitantes de Quiriat Jearín confiaron el Arca del pacto de Dios a un hombre llamado Abinadab, que tenía su casa sobre una colina. También consagraron a su hijo Eleazar para que cuidara del Arca.
Por eso Samuel les dijo: —Si de verdad queréis dar culto a Dios, dejad de adorar a los dioses ajenos y a las imágenes de Baal y de Astarté. Convertíos y dad culto solamente a nuestro único Dios. Así él los librará del poder de los filisteos. Los israelitas dejaron de adorar a esos dioses, y adoraron solamente al Dios de Israel.