Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Samuel 30:23 - Biblia Lenguaje Básico

23 Pero David les dijo: —No, hermanos míos, no debemos hacer eso. Después de todo es Dios quien nos ha dado todo esto; él fue quien nos protegió y nos ayudó a vencer a esos amalecitas ladrones.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Y David dijo: No hagáis eso, hermanos míos, de lo que nos ha dado Jehová, quien nos ha guardado, y ha entregado en nuestra mano a los merodeadores que vinieron contra nosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Pero David dijo: —¡No, mis hermanos! No sean egoístas con lo que el Señor nos dio. Él nos protegió y nos ayudó a derrotar a la banda de saqueadores que nos atacó.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Pero David les dijo: 'No, hermanos, no hagan tal cosa después de lo que Yavé ha hecho por nosotros. Vean cómo nos protegió entregando en nuestras manos a esa banda de salteadores que habían venido a atacarnos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Pero David dijo: Hermanos míos, no hagáis eso con lo que nos ha dado YHVH, pues nos ha guardado y ha entregado en nuestra mano la banda que vino contra nosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Pero David les dijo: 'No obréis así, hermanos míos, con lo que Yahveh nos ha concedido, ya que él nos ha protegido y ha entregado en nuestras manos esa horda que había venido contra nosotros.

Gade chapit la Kopi




1 Samuel 30:23
16 Referans Kwoze  

Una vez fuera les dijo: —Hermanos míos, ¡no vayáis a hacer una cosa tan malvada!


Por eso los babilonios rinden culto a sus artes de pesca, ya que gracias a ellas tienen comida abundante.


—Hermanos israelitas y líderes de nuestra nación, escuchadme y dejad que me defienda.


Esteban respondió: —Hermanos israelitas y líderes de la nación: escuchadme. Dios, con toda su gloria, se apareció a nuestro antepasado Abrahán en Mesopotamia, antes de que fuera a vivir en Jarán.


Pero una vez que hayáis comido y quedéis satisfechos, no os olvidéis de dar gracias a Dios por tan excelente tierra.


Si olvidáis esto, tal vez lleguéis a pensar que todo lo que tenéis y disfrutáis lo habéis conseguido con vuestro propio esfuerzo.


Más bien, debéis recordar que fue Dios quien os dio todo eso, y que lo hizo para cumplir la promesa que dio a vuestros antepasados.


Entonces el dueño de la casa salió y les dijo: —¡Amigos míos, no hagáis eso, por favor! Se trata de mi huésped y no podéis cometer con él esa terrible maldad.


Dios nos hace ricos y nos vuelve pobres; nos humilla y nos exalta.


Entre los hombres que habían ido con David a la batalla no faltaron algunos malvados y envidiosos que dijeron a David: —A esos doscientos hombres que no vinieron con nosotros, no debemos darles nada de lo que quitamos a los amalecitas. ¡Que se conformen con llevarse a sus mujeres y a sus hijos!


Nadie va a estar de acuerdo con vosotros en lo que proponéis; debe tocar lo mismo al que participa directamente en la batalla que al que se queda a cuidar el equipaje.


David consultó a Dios: —¿Debo perseguir a esos bandidos? Y si los persigo, ¿los alcanzaré? Dios respondió: —Persíguelos, porque los alcanzarás y recuperarás lo que se llevaron.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite