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1 Samuel 30:17 - Biblia Lenguaje Básico

17 Al amanecer, David los atacó, y la batalla duró hasta la noche. David mató a todos los amalecitas. Solo se salvaron cuatrocientos jóvenes que montaron en camellos y lograron escapar.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Y los hirió David desde aquella mañana hasta la tarde del día siguiente; y no escapó de ellos ninguno, sino cuatrocientos jóvenes que montaron sobre los camellos y huyeron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Entonces David y sus hombres se lanzaron contra ellos y los mataron durante toda la noche y durante todo el día siguiente hasta la tarde. Ninguno de los amalecitas escapó, excepto cuatrocientos jóvenes que huyeron en camellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 David los masacró desde el alba hasta el atardecer y acabó con ellos. No escapó ninguno, salvo cuatrocientos jóvenes que huyeron en sus camellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y David los atacó desde el alba hasta la tarde del día siguiente, y no escapó ninguno de ellos, excepto cuatrocientos jóvenes que montaron en camellos y huyeron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 David los batió desde el alba hasta el atardecer de aquel día. Ninguno de ellos se salvó, a excepción de cuatrocientos jóvenes, que montaron en camellos y huyeron.

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1 Samuel 30:17
11 Referans Kwoze  

Después de la muerte de Saúl, David salió a luchar contra los amalecitas y los derrotó. A continuación regresó a Siclag y se quedó allí dos días. Al tercer día, llegó a Siclag uno de los soldados de Saúl. Venía con la ropa toda desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. Cuando llegó ante David, se inclinó tocando el suelo con la frente en señal de respeto.


Así que al anochecer, se dirigieron al campamento de los sirios. Cuando llegaron cerca del lugar, se dieron cuenta de que allí no había nadie.


A gritos pedían ayuda, pero nadie fue a salvarlos. Hasta a ti te pedían ayuda, pero tampoco tú los salvaste.


Pero Ismael y ocho de sus hombres lograron escapar y huyeron hacia la región de los amonitas.


Barac, mientras tanto, persiguió a los soldados y a los carros hasta Jaróset Goyín. Aquel día murieron todos los soldados de Sísara. Ni uno solo quedó con vida.


Los madianitas, los amalecitas y toda la gente del este se habían dispersado por todo el valle. Parecían una plaga de saltamontes y tenían tantos camellos como granos de arena hay en la playa.


Al día siguiente, Saúl dividió su ejército en tres batallones que, al amanecer, atacaron el campamento de los amonitas. La batalla duró hasta el mediodía, y los israelitas mataron a muchos de ellos. Los que quedaron vivos huyeron, cada uno por su lado.


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