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1 Samuel 10:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Cuando más adelante llegues a la gran encina que hay en el monte Tabor, encontrarás a tres hombres que van a Betel para adorar a Dios. Uno de ellos irá con tres cabritos, otro con tres panes, y el tercero irá con un recipiente de cuero lleno de vino.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »Cuando llegues al roble de Tabor, te encontrarás con tres hombres que van camino a Betel para adorar a Dios. Uno llevará tres cabritos, otro tendrá tres panes y el tercero un odre lleno de vino.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Seguirás tu camino y llegarás a la Encina de Tabor. Allí te encontrarás con tres hombres que van al santuario de Dios en Betel. Uno llevará tres cabritos, otro, tres panes redondos, y el último, un cuero de vino.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Luego pasarás más adelante y llegarás a la encina de Tabor, y allí te saldrán al encuentro tres hombres que suben a ’Elohim en Bet-’El, uno llevando tres cabritos, otro llevando tres tortas de pan, y otro llevando un odre de vino.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Y siguiendo adelante, cuando llegues a la encina del Tabor, te saldrán al paso tres hombres que suben hacia Dios, a Betel: uno llevará tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero un odre de vino.

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1 Samuel 10:3
22 Referans Kwoze  

Jacob llamó a aquella ciudad Betel, que significa Casa de Dios. Con anterioridad, la ciudad se llamaba Luz —que significa «almendro»—, pero Jacob le cambió el nombre.


Esta piedra que he levantado como una columna marcará el lugar adonde todos vendrán a adorar a Dios; y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte.


Dios dijo a Jacob: —Cuando estabas huyendo de tu hermano Esaú, yo me aparecí a ti en Betel. Ahora regresa a Betel, quédate a vivir en ese lugar, y constrúyeme allí un altar.


porque debemos ir a Betel para construir allí un altar al Dios que me escuchó cuando estaba en peligro y que me acompañó en mi viaje.


Tuyo es el cielo, tuya es también la tierra; tú creaste el mundo y todo lo que hay en él.


Si alguien me ofrece un cordero o un cabrito, este deberá ser también un macho sin ningún defecto.


Si alguien, para esta clase de sacrificio, me presenta como ofrenda una cabra, deberá poner sus manos sobre la cabeza del animal y degollarlo a la entrada de la Tienda del encuentro. Luego, los sacerdotes rociarán con su sangre los costados del altar,


Si alguien me presenta como ofrenda para esta clase de sacrificio una oveja o una cabra, ese animal no deberá tener ningún defecto.


Junto con esa ofrenda deberá también presentarme unos panes con levadura.


Al este de Sarid, la frontera llegaba hasta Quislot Tabor; de allí seguía a Daberat, y luego subía hasta Jafía.


Su frontera norte iba desde el monte Tabor hasta el río Jordán, pasando por las ciudades de Sajasima y Bet Semes.


Los israelitas fueron a Betel para consultar a Dios. Querían saber qué tribu debía ser la primera en atacar a los de Benjamín, y Dios les contestó que la de Judá sería la primera en atacar.


En aquel tiempo, el Arca del pacto de Dios estaba en Betel, y el sacerdote era Finés, hijo de Eleazar y nieto de Aarón. Los israelitas consultaron a Dios para saber si debían volver a atacar a sus hermanos de la tribu de Benjamín, o si debían darse por vencidos. Dios les contestó: —Atacad, que mañana os daré la victoria.


Cuando Sísara se enteró de que Barac se dirigía al monte Tabor,


Cierto día, Débora mandó llamar a Barac, hijo de Abinoán, que vivía en Cadés, un pueblo de la tribu de Neftalí, y le dijo: —El Dios de Israel te ordena que reúnas en el monte Tabor a diez mil hombres de las tribus de Neftalí y de Zabulón.


Después les preguntó a Cébaj y a Salmuná: —¿Cómo eran los hombres que matasteis en Tabor? Ellos le respondieron: —Se parecían a ti. Todos parecían ser príncipes.


Te saludarán y te darán dos panes. Acéptalos.


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