1 Samuel 1:22 - Biblia Lenguaje Básico22 Pero Ana no quiso ir con ellos y dijo a su marido: —Cuando el niño ya pueda comer solo, yo misma lo llevaré al santuario y se lo entregaré a Dios. Allí se quedará a vivir para siempre. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196022 Pero Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, para que lo lleve y sea presentado delante de Jehová, y se quede allá para siempre. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente22 Pero Ana no los acompañó y le dijo a su esposo: —Esperemos hasta que el niño sea destetado. Entonces lo llevaré al tabernáculo y lo dejaré allí con el Señor para siempre. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)22 Ana no subió sino que dijo a su marido: 'Cuando el niño deje de mamar, lo llevaré yo misma donde Yavé y se quedará allí para siempre'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion22 Pero Ana no subió, pues dijo a su marido: Esperaré hasta que el niño sea destetado; entonces yo misma lo llevaré para que se presente ante YHVH, y permanezca allí para siempre. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197522 Pero Ana no subió, porque dijo a su marido: 'Cuando el niño haya sido destetado, lo llevaré yo y será presentado ante Yahveh, para que se quede allí para siempre'. Gade chapit la |
Hay tres fiestas anuales, a las que no debe faltar ningún hombre mayor de doce años: la fiesta de la Pascua, la fiesta de las Semanas y la fiesta de las Enramadas. Estas fiestas deberéis celebrarlas en el lugar que Dios haya elegido para habitar en él, y nadie deberá presentarse a la fiesta sin una ofrenda para Dios, una ofrenda proporcional a los bienes con que Dios os haya bendecido.
y le hizo esta promesa: —Dios todopoderoso, yo soy tu humilde servidora. Mira lo triste que estoy. Date cuenta de lo mucho que sufro; no te olvides de mí. Si me das un hijo, yo te lo entregaré para que te sirva solo a ti todos los días de su vida. Como prueba de que te pertenece, nunca se cortará el cabello.
En aquellos tiempos, Dios se comunicaba muy pocas veces con el pueblo y nadie recibía mensajes ni visiones. El niño Samuel servía a Dios bajo la dirección de Elí, que ya casi estaba ciego. Una noche, poco antes de que se apagara la lámpara del santuario, Dios llamó a Samuel por su nombre. Elí estaba ya acostado en su habitación y Samuel dormía en el santuario, donde está el Arca del pacto de Dios. —¡Samuel, Samuel!