1 Reyes 8:1 - Biblia Lenguaje Básico1 El rey Salomón se reunió con los líderes de Israel, los jefes de las tribus y las personas más importantes de las familias israelitas. Salomón quería que todos estuvieran presentes cuando se llevara el Arca del pacto de Dios desde la parte antigua de Jerusalén hasta el Templo. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19601 Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, la cual es Sion. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente1 Entonces Salomón mandó llamar a los ancianos de Israel y a todos los jefes de las tribus —los líderes de las familias patriarcales de los israelitas— para que fueran a Jerusalén. Ellos debían trasladar el arca del pacto del Señor desde su sitio en la Ciudad de David, también conocida como Sion, hasta el templo. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)1 El rey Salomón reunió luego en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los ancianos de las familias israelitas, para trasladar el Arca de la Alianza de Yavé que estaba todavía en la ciudad de David, llamada Sión. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion1 Después Salomón hizo reunir en Jerusalem a los ancianos de Israel, y a todos los jefes de las tribus, los príncipes de las casas paternas de los hijos de Israel, ante el rey Salomón, para hacer subir el Arca del Pacto de YHVH desde la ciudad de David, la cual es Sion. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19751 Entonces Salomón congregó ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los jefes de las familias israelitas, para hacer subir el arca de la alianza de Yahveh desde la Ciudad de David, que es Sión. Gade chapit la |
David reunió en Jerusalén a todas las autoridades de Israel, a los jefes de las tribus y de los batallones militares que estaban al servicio del rey, a los comandantes de las distintas secciones del ejército, a los administradores del patrimonio real, a los educadores de sus hijos, a sus servidores y a sus guerreros más valientes. Cuando todos estaban reunidos,
La fiesta de la Pascua no pudo celebrarse en el primer mes del año, como estaba ordenado, porque no se habían preparado debidamente todos los sacerdotes que se necesitaban para ofrecer los sacrificios, ni el pueblo había podido reunirse en Jerusalén. Entonces el rey Ezequías consultó a los jefes más importantes y a toda la gente de Jerusalén para ver si les parecía bien celebrar la Pascua en el mes de Ziv, que era el segundo del año. Y todos estuvieron de acuerdo. Además, Ezequías mandó una invitación por escrito a todos los israelitas; es decir, a los de Judá y a los de Israel, e incluso a las tribus de Efraín y de Manasés. Y así, todo israelita quedó invitado para celebrar la Pascua en el Templo de Dios en Jerusalén.
y también: de la tribu de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur; de la tribu de Simeón, Salumiel, hijo de Zurisaday; de la tribu de Judá, Naasón, hijo de Aminadab; de la tribu de Isacar, Natanael, hijo de Zuar; de la tribu de Zabulón, Eliab, hijo de Jelón; de la tribu de Efraín, Elisamá, hijo de Amihud; de la tribu de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedasur; de la tribu de Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní; de la tribu de Dan, Ajiezer, hijo de Amisaday; de la tribu de Aser, Paguiel, hijo de Ocrán; de la tribu de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel; de la tribu de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.