1 Reyes 3:2 - Biblia Lenguaje Básico2 En aquel tiempo el pueblo ofrecía sus sacrificios a Dios en los santuarios de las colinas, porque todavía no se había construido un Templo para Dios. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19602 Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos; porque no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente2 En ese tiempo, el pueblo de Israel sacrificaba sus ofrendas en los lugares de culto de la región, porque todavía no se había construido un templo en honor al nombre del Señor. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)2 El pueblo ofrecía entonces sacrificios en los Lugares Altos porque aún no había sido construida la Casa destinada al Nombre de Yavé. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion2 Sólo que el pueblo ofrecía sacrificios en los lugares altos, porque en aquellos tiempos aún no había sido edificada Casa al nombre de YHVH. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19752 Por aquel entonces el pueblo ofrecía sacrificios en los lugares altos, porque aún no se había edificado una casa al nombre de Yahveh. Gade chapit la |
Así pues, tened cuidado de no llevar vuestras ofrendas a cualquier parte, sino solo al lugar que Dios elija en una de las tribus. Allí haréis lo que os he ordenado hacer y daréis gracias por las abundantes cosechas que Dios os haya dado. Durante esa fiesta podréis comer de todo lo que llevéis. Todo el pueblo podrá participar, esté o no en condiciones de presentarse ante Dios. Lo único que no podréis comer es carne que aún tenga sangre; debéis dejar que la sangre se escurra sobre el suelo, como si fuera agua. Cuando viváis en vuestras ciudades, no deberéis comer nada de lo que os corresponde de vuestras ofrendas, hasta llegar al lugar escogido por Dios. Y no olvidéis de compartir todo ello con los de la tribu de Leví que habiten en vuestras ciudades;
Ellas les contestaron: —Sí, acaba de llegar al pueblo para ofrecer en el santuario de la colina un sacrificio en honor de Dios. En cuanto entréis en el pueblo lo veréis dirigirse allí para bendecir los animales del sacrificio. El pueblo y los invitados no empezarán a comer de los animales sacrificados hasta que él los bendiga. ¡Id, pues, rápido y os encontraréis con él!