1 Reyes 14:9 - Biblia Lenguaje Básico9 En cambio tú te has comportado peor que todos los reyes anteriores, te has fabricado dioses y otras imágenes de metal traicionándome y provocando mi ira. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19609 sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas; Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente9 Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti. Te has hecho otros dioses y me has enfurecido con tus becerros de oro. Como me has dado la espalda, Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)9 Tú has actuado peor que todos los anteriores a ti, te has hecho otros dioses, ídolos de metal que sólo me irritan y me has dejado tirado. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda; Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19759 sino que has obrado peor que todos los que te han precedido: te has fabricado dioses ajenos e imágenes fundidas, y así has provocado mi ira y me has vuelto las espaldas. Gade chapit la |
Puso la imagen de un ídolo en el Templo de Dios, practicó la hechicería y la brujería, y se hizo amigo de brujos y espiritistas. También hizo quemar a su hijo como un sacrificio en el valle de Ben Hinón. Su comportamiento fue tan malo, que Dios se enfureció con él. Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: «Entre todas las tribus de Israel, he elegido a Jerusalén y este Templo como lugar donde se invoque mi nombre para siempre.
Entonces Dios me dijo: —¿Has visto, Ezequiel, hombre mortal? Parece que el pueblo de Judá no se conforma con cometer tantas acciones odiosas aquí en el Templo. También ha llenado de violencia a todo el país y no hacen más que enfurecerme. ¡Y para colmo, me obligan a oler los ramos malolientes con que adoran a su ídolo!
Esa figura extendió lo que parecía ser una mano y me agarró por el pelo. Entonces una fuerza dentro de mí me levantó por los aires y me llevó a Jerusalén; una vez allí, me dejó a la entrada de la puerta interior, que da al norte. Allí habían colocado el ídolo que provoca la ira de Dios, pero allí también estaba la gloria del Dios de Israel, tal y como antes lo había visto en el valle.