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1 Pedro 5:8 - Biblia Lenguaje Básico

8 Estad siempre atentos y no os dejéis sorprender, pues vuestro enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir como si fuera un león hambriento.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Sed sobrios, velad, que vuestro adversario° el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.

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1 Pedro 5:8
61 Referans Kwoze  

Ester, señalando a Amán, le respondió: —¡Nuestro enemigo es este malvado! Al oír esto, Amán se quedó paralizado de miedo.


Dios le preguntó: —¿De dónde vienes? El ángel acusador contestó: —Vengo de recorrer toda la tierra.


la hora en que los leones acechan la presa y te piden su comida.


¡Haz, Dios mío, que lo juzgue un malvado! ¡Haz que lo acuse su propio abogado!


Cuando el rey se enfada, ruge como león furioso. Cuando el rey está contento, su favor es como rocío refrescante.


Cuando el rey se enfurece es como un león que ruge; quien provoca su furor, pone en peligro su vida.


El gobernante malvado que maltrata a un pueblo pobre es como un león rugiente o un oso que está hambriento.


Si conmigo está el que me protege, nadie podrá acusarme de un delito. El que quiera acusarme, ¡que venga y se enfrente conmigo!


Los babilonios rugen como leones, gruñen como cachorros de león.


Hacía destrozos en los palacios y dejaba en ruinas las ciudades; con sus feroces rugidos hacía temblar a todo el mundo.


Tus dirigentes se ponen de acuerdo para quitar a la gente sus objetos de valor y para dejar viudas a muchas mujeres. ¡Devoran a la gente como leones feroces que despedazan a su presa!


Al oír esto, el rey se puso muy contento y mandó que sacaran a Daniel del foso. Cuando lo sacaron, todos pudieron ver que los leones no le habían hecho ningún daño, porque él había confiado en su Dios.


Yo rugiré como un león y vosotros regresaréis desde Egipto y desde Asiria; vendréis a mí temblando de miedo, como las aves que vienen del oeste, y yo os llevaré a vuestras casas para que volváis a habitarlas. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.


¡Te atacaré como una osa a la que se le quitan sus cachorros! Te desgarraré el vientre, te devoraré como si fuera una leona; como una fiera salvaje te haré pedazos.


Estos fueron los mensajes de Amós: Cuando Dios deja oír su poderosa voz en el monte Sion, se marchitan los pastos de la pradera y se reseca el monte Carmelo.


Si el león ruge en la selva, es porque ha encontrado una presa; si el leoncillo gruñe en su cueva, es porque atrapó un animal.


Si el león ruge, todo el mundo tiembla de miedo; si nuestro Dios lo ordena, el profeta tiene que hablar.


Los pastores lloran desesperados, porque sus verdes pastos han quedado arrasados; los leones rugen furiosos, porque la arboleda del río Jordán ahora parece un desierto.


En otra visión vi a Josué, de pie frente al ángel de Dios. Josué era el jefe de los sacerdotes, pero su ropa sacerdotal estaba sucia. A la derecha de Josué estaba Satán, dispuesto a acusarlo ante Dios; pero el ángel de Dios le dijo: —Es a ti Satán, a quien Dios, que ha elegido a Jerusalén, debe reprender; a ti y no a Josué, a quien Dios ha librado del castigo.


que fue quien las sembró en el mundo. El tiempo de la siega representa el juicio final, y los trabajadores que recogen la cosecha son los ángeles.


Por eso, estad siempre alerta, porque no sabéis el día en que yo, vuestro Señor, vendré otra vez.


Luego diré a los malos: «¡Alejaos de mí! Pues sois como gente malvada. Id al fuego que nunca se apaga, al fuego que Dios preparó para el diablo y sus ángeles.


Luego el Espíritu de Dios llevó a Jesús al desierto, para que el diablo tratara de hacerlo caer en sus trampas.


Entonces el diablo se fue, y unos ángeles vinieron a servir a Jesús.


Las semillas que cayeron en el camino representan a los que escuchan la buena noticia; pero cuando viene Satanás, hace que olviden todo lo que oyeron.


¡Tened cuidado! No paséis el tiempo pensando en banquetes y borracheras, ni en las muchas cosas que esta vida os ofrece. Porque el fin del mundo podría sorprenderos en el momento menos esperado.


Por eso, estad siempre alerta y orad en todo momento, para que podáis escapar de todas las cosas que van a suceder. Así podréis estar conmigo, el Hijo del hombre.


Después, Jesús dijo a Pedro: —Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios para poneros pruebas difíciles a todos vosotros, y Dios se lo ha dado.


Vuestro padre es el diablo, y vosotros tratáis de hacer lo que él quiere. Siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son solo mentiras, y hace que las personas mientan.


Así Satanás no se aprovechará de todo esto, pues ya conocemos sus malas intenciones.


ni deis al diablo oportunidad de tentaros.


Protegeos con la armadura que Dios os ha dado y así podréis resistir los ataques del diablo.


Sin embargo, la mujer se salvará por su condición de madre, mientras crea en Jesucristo, ame a los demás y se porte con modestia y santidad.


También deseo que las mujeres se vistan con decencia, sencillez y modestia. Que no llamen la atención con peinados exagerados ni poniéndose ropa muy cara, ni joyas caras, de oro o adornos de perlas.


Sus mujeres deben ser responsables; no deben ser chismosas, han de saber controlarse y hacerse dignas de confianza.


Pero debe ser alguien a quien no se le pueda acusar de nada malo. Debe tener una sola esposa, controlar todos sus deseos, y pensar dos veces lo que va a hacer. Debe comportarse correctamente, recibir con gusto en su hogar a los visitantes, y saber enseñar.


Pero el Señor Jesucristo sí me ayudó, y me dio valor para anunciar su mensaje a quienes no eran judíos. Así Dios me salvó de la muerte, como si me hubiera rescatado de la boca de un león.


Al contrario, deben hacer siempre lo bueno y recibir con gusto en su casa a quienes los visiten. Deben pensar bien las cosas antes de hacerlas y ser justos, santos y disciplinados en todo.


enseñándoles a renunciar a una vida sin compasión y a no desear lo malo de este mundo, para comportarnos en el momento presente de una manera justa y piadosa.


A los ancianos, diles que deben ser responsables, que deben controlar sus deseos y pensar bien lo que van a hacer. También deben creer en Dios, amar a los demás, y ser siempre pacientes.


enseñándoles a amar a sus maridos e hijos.


A los jóvenes, recomiéndales que aprendan a ser prudentes.


Por tanto, obedeced a Dios, haced frente al diablo y huirá de vosotros.


Por eso, estad atentos y pensad bien lo que vais a hacer, sin dejaros seducir por nada malo. Y confiad totalmente en que Dios os tratará bien cuando regrese Jesucristo.


Ya se acerca el fin del mundo. Por eso, sed serios y responsables para poder dedicaros a la oración.


Entonces oí que una fuerte voz decía en el cielo: —Nuestro Dios ha salvado a su pueblo; ha mostrado su poder y es el único rey. Su Mesías gobierna sobre todo el mundo, mientras que el diablo, el que día y noche acusaba a nuestros hermanos delante de nuestro Dios, ha sido arrojado del cielo.


¡Que se alegren los cielos y todos los que allí viven! Pero ¡qué mal les va a ir a los que viven en la tierra y a los que habitan en el mar! El diablo está enfurecido y ha bajado a la tierra al saber que le queda poco tiempo.


El gran dragón fue arrojado del cielo. El dragón es Satanás, el diablo. Y es la antigua serpiente que se dedica a engañar a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.


Y el diablo, que los había engañado, será arrojado al lago donde el azufre arde en llamas. Allí serán también arrojados el monstruo y el falso profeta, y allí serán atormentados todos ellos para siempre, de día y de noche.


Este ángel capturó al dragón, aquella serpiente antigua que es el diablo, llamado Satanás, y lo encadenó durante mil años.


Así que los padres de Sansón fueron con él a Timná. Cuando Sansón pasaba por los viñedos, de pronto vino hacia él rugiendo un cachorro de león.


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