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1 Pedro 3:22 - Biblia Lenguaje Básico

22 quien subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios en el lugar más importante y gobierna a todos los ángeles y a todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Ahora Cristo ha ido al cielo. Él está sentado en el lugar de honor, al lado de Dios, y todos los ángeles, las autoridades y los poderes aceptan su autoridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 El se ha ido al cielo y está a la derecha de Dios, después de someter a los ángeles, a las dominaciones y las potestades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 quien habiendo ascendido al cielo, está a la diestra de Dios, habiéndosele sometido ángeles, autoridades y potestades.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 que, después de subir al cielo, está a la diestra de Dios y le están sometidos ya ángeles, potestades y virtudes.

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1 Pedro 3:22
24 Referans Kwoze  

Salmo de David. Mi Dios le dijo a mi señor el rey: «Siéntate a la derecha de mi trono hasta que yo derrote a tus enemigos».


Pero Jesús se acercó y les dijo: —Dios me ha dado todo el poder para que gobierne en el universo entero.


Recordad que el propio David dijo inspirado por el Espíritu Santo: Dios le dijo a mi Señor el Mesías: «Siéntate a la derecha de mi trono, hasta que yo derrote a tus enemigos».


Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con sus discípulos, subió al cielo y se sentó en el lugar de honor, al lado derecho de Dios.


Si en el libro de los Salmos el mismo David dice: Dios le dijo a mi Señor el Mesías: «Siéntate a la derecha de mi trono,


Si yo hago que la gente vea lo grande y poderoso que es Dios, entonces Dios hará que la gente también vea lo poderoso y grande que soy yo. Y Dios hará esto pronto.


y les dijeron: —Hombres de Galilea, ¿qué hacéis ahí, de pie y mirando al cielo? Este mismo Jesús que habéis visto subir al cielo, lo mismo que hoy se ha ido, un día volverá.


Por ahora Jesús tiene que quedarse en el cielo, hasta que Dios vuelva a hacer nuevas todas las cosas, según lo anunciaron hace mucho los santos profetas.


¿podrá alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.


Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro,


Luego vendrá el fin del mundo, cuando Cristo derrotará a todos los que tienen autoridad, poder o dominio, y entregará el reinado a Dios Padre.


Ya que habéis resucitado juntamente con Cristo, interesaos por las cosas del cielo, donde Cristo gobierna junto a Dios.


Dios nunca le dijo a ningún ángel: «Siéntate a la derecha de mi trono hasta que yo derrote a tus enemigos».


El Hijo de Dios nos muestra el poder y la grandeza de su Padre. El Hijo de Dios es igual en todo a su Padre y mediante su palabra poderosa hace que el universo siga existiendo. El Hijo de Dios logró que Dios perdonara nuestros pecados y después subió al cielo para sentarse a la derecha del trono de su Padre.


Y cuando Dios envió a su Hijo a este mundo, ordenó: «Que todos mis ángeles lo adoren».


Pero Jesucristo ofreció a Dios un solo sacrificio para siempre y así alcanzó el perdón de nuestros pecados. Luego «se sentó a la derecha del trono de Dios»


Pongamos, pues, toda nuestra atención en Jesús, que es quien fundamenta y perfecciona nuestra fe y quien soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, le esperaba una existencia feliz. Y, efectivamente, ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.


Jesús es el Hijo de Dios y es nuestro gran Jefe de los sacerdotes, que ha subido al cielo. Por eso debemos mantenernos firmes en la fe que creemos.


Lo hizo para dejarnos libre el camino hacia Dios, pues Cristo es para siempre el Jefe de sacerdotes como lo fue Melquisedec.


Lo más importante de lo que estamos diciendo es que tenemos un Jefe de sacerdotes que está en el cielo, sentado a la derecha del trono de Dios.


Porque Cristo no entró en el santuario hecho por seres humanos, que era solo una copia del santuario verdadero. Cristo entró en el cielo mismo y allí se presentó ante Dios para pedir por nosotros.


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