Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Juan 5:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 Creer en el Hijo de Dios significa aceptar lo que Dios ha dicho. Pero el que no cree en Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no ha creído lo que Dios mismo ha dicho acerca de su propio Hijo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Todo el que cree en el Hijo de Dios sabe en su corazón que este testimonio es verdadero. Los que no lo creen en realidad llaman a Dios mentiroso porque no creen el testimonio que él ha dado acerca de su Hijo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Quien cree en el Hijo de Dios está guardando en sí la declaración de Dios. Quien no cree, hace a Dios mentiroso, ya que no cree al testimonio de Dios en favor de su Hijo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, lo ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 El que cree en el Hijo de Dios, en sí mismo tiene el testimonio. El que no cree a Dios, le tacha de mentiroso, por no haber creído en el testimonio que Dios dio acerca de su Hijo.

Gade chapit la Kopi




1 Juan 5:10
22 Referans Kwoze  

Nadie puede demostrar que sea falso lo que he dicho.


Tú, mi Dios, te haces amigo de aquellos que te honran y les das a conocer tu pacto.


Dios no soporta a los malvados, pero es amigo de los buenos.


¡Nadie ha creído nuestro mensaje! ¡Nadie ha visto el poder de Dios!


¿Por qué tengo, entonces, que sufrir este dolor constante? ¿Por qué no sanan mis heridas? Realmente, me decepcionas; te has vuelto para mí como arroyo engañoso que unas veces lleva agua y otras no.


¡Dios no es como nosotros! No dice mentira alguna ni cambia de parecer. Dios cumple lo que promete.


Dios amó tanto al mundo, que entregó a su único Hijo, para que todo el que crea en él no muera, sino que tenga vida eterna.


El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios.


Pero si alguien acepta su testimonio, reconoce que Dios dice la verdad,


Y tampoco aceptáis su mensaje, pues no habéis creído en mí, a quien él envió.


El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios.


Lo que quiero decir es esto: Mientras el hijo a quien corresponde la herencia es menor de edad, es igual a cualquier esclavo de la familia y depende de las personas que lo cuidan y le enseñan hasta el día en que su padre le entregue sus propiedades y lo haga dueño de todo.


Ahora, como sois sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en vosotros. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarle: «Abba» que significa «Padre querido».


Pues vosotros ya habéis muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios os ha dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también vosotros estaréis con él y compartiréis su gloriosa presencia.


¡Cuidado, hermanos! No hagáis el mal, ni dejéis de creer en el Dios que vive para siempre, apartándoos de él.


Estamos también completamente seguros de que el mensaje de Dios que anunciaron los profetas es la verdad. Prestad atención a ese mensaje, pues es como una luz que alumbra en la oscuridad mientras esperamos que amanezca el día en que Cristo brille como un estrella en nuestras vidas.


Si decimos que nunca hemos hecho lo que está mal, hacemos que Dios parezca un mentiroso y no hemos aceptado el mensaje que él nos ha dado.


Si creemos que Jesús es el Mesías, entonces somos hijos de Dios. Y recordemos que, si amamos al Padre, también debemos amar a los hijos de ese mismo Padre.


Entonces el dragón se enfureció a causa de la mujer y fue a luchar contra el resto de los descendientes de la mujer, es decir, contra los que cumplen los mandamientos de Dios y dan testimonio de Jesús.


Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias. A los que salgan vencedores les daré a comer del maná escondido y les entregaré una piedra blanca. Sobre esa piedra está escrito un nuevo nombre que nadie conoce. Solamente lo conocerán los que reciban la piedra.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite