y después dijo a los israelitas: —Desde que Saúl era rey, nos hemos olvidado del Arca de nuestro Dios. Por eso, si os parece bien y si esa es la voluntad de nuestro Dios, vamos a convocar al resto del pueblo y también a todos los sacerdotes y levitas que viven en sus ciudades y tierras de pastoreo. Los invitaremos a traer aquí todos juntos el Arca del pacto de Dios.