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1 Corintios 12:18 - Biblia Lenguaje Básico

18 Pero Dios puso cada parte del cuerpo en donde quiso ponerla.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Pero nuestro cuerpo tiene muchas partes, y Dios ha puesto cada parte justo donde él quiere.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Dios ha dispuesto los diversos miembros colocando cada uno en el cuerpo como ha querido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Pero el caso es que Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo como Él quiso.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 La verdad es que Dios colocó cada miembro en el sitio correspondiente del cuerpo, según quiso.

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1 Corintios 12:18
18 Referans Kwoze  

¡Que tus soldados te juren lealtad sobre los montes de Dios en el día de la batalla! Cuando salga el sol, se renovarán tus fuerzas.


Dios hace lo que quiere en el cielo y en la tierra, en el mar y en sus profundidades.


Yo anuncio desde el principio lo que va a pasar al final, doy a conocer el futuro desde mucho tiempo antes. Os aseguro que todos mis planes se cumplirán tal como yo quiero.


Entonces los marineros clamaron a Dios diciendo: —Por favor, no nos dejes morir por culpa de este hombre, ni nos culpes de la muerte de un inocente, pues eres tú quien ha querido hacer todo esto.


En ese mismo momento, el Espíritu Santo llenó a Jesús de alegría. Entonces Jesús dijo: —Padre mío, que gobiernas el cielo y la tierra, te alabo porque has mostrado estas cosas a los niños y a los que son como ellos. En cambio, no se las has mostrado a los que son sabios y se las dan de inteligentes. Así lo has querido tú, Padre mío.


¡No tengáis miedo, mi pequeño rebaño! Dios, vuestro Padre, quiere daros su reino.


En virtud de la capacidad que Dios me ha concedido os pido que no os creáis mejores de lo que realmente sois. Más bien, que cada uno piense de sí mismo con moderación, según el grado de fe que Dios le ha dado.


Dios nos ha dado a todos diferentes capacidades, según lo que él quiso dar a cada uno. Por eso, si Dios nos autoriza para hablar en su nombre, hagámoslo como corresponde a un seguidor de Cristo.


Pero es el mismo Espíritu Santo el que hace todo esto y el que decide qué capacidad conceder a cada uno.


Si todo el cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler.


Una sola parte del cuerpo no es todo el cuerpo.


En cambio, nos mostramos menos cuidadosos con las que consideramos menos íntimas. Y es que Dios hizo el cuerpo de modo que le demos más importancia a las partes que consideramos de menos valor.


En la Iglesia, Dios le dio una función a cada una de las partes. En primer lugar, puso apóstoles; en segundo lugar, puso profetas, y en tercer lugar, maestros. También hay algunos que hacen milagros, y otros que tienen la capacidad de sanar a los enfermos; unos ayudan, otros dirigen, e incluso hay quienes hablan en un lenguaje misterioso.


A cada semilla Dios le da el cuerpo que él quiere darle.


Después de todo, Apolo y yo solo somos servidores de Dios para ayudaros a creer en Jesucristo. Cada uno de nosotros ha hecho lo que el Señor nos mandó hacer:


decidió enviar a Jesucristo para adoptarnos como hijos suyos, pues así había pensado hacerlo desde un principio.


Dios nos mostró el plan que había mantenido en secreto y que había decidido realizar por medio de Cristo.


—Señor y Dios nuestro: tú mereces que te alaben, que te llenen de honores y que admiren tu poder. Porque tú creaste todo lo que existe; gracias a ti, todo fue creado.


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