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Sofonías 3:4 - Biblia Septuaginta al Español

4 sus profetas, de viento portadores, varones despreciadores; sus sacerdotes profanan lo sacro y ultrajan la ley.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Sus profetas son mentirosos y arrogantes, en busca de su propia ganancia. Sus sacerdotes profanan el templo al desobedecer las instrucciones de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Sus profetas son unos charlatanes dispuestos para cualquier mentira; sus sacerdotes profanan las cosas santas y no respetan la Ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Sus profetas son insolentes, hombres desleales; sus sacerdotes han profanado el santuario y han violentado la Ley.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Sus profetas son vanidosos, impostores; sus sacerdotes profanan lo santo, quebrantan la ley.

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Sofonías 3:4
33 Referans Kwoze  

Y los sacerdotes de ella despreciaron mi ley; y profanaban mi santo; en medio de santo y profano no distinguían; y en medio de impuro y lo puro no distinguían; y ante mis sábados cubrían sus ojos; y contaminábaseme en medio de ellos.


Pero vosotros habéis declinado del camino, y debilitado a muchos en la ley; corrompido el pacto de Leví, dice el Señor Omnipotente.


Han llegado los días de la venganza, han llegado los de tu retribución, y maltratado será Israel; como el profeta el arrobado, un hombre, inspirado(f) : por la muchedumbre de tus injusticias se ha multiplicado tu frenesí.


Tus profetas te vieron vanidades e insensatez; y no revelaron sobre tu injusticia, para apartar tu cautiverio; y te vieron «aprehensiones vanas y lanzamientos.» Samec


Los profetas profetizan cosas injustas; y los sacerdotes palmotean con sus manos; y mi pueblo amó así; y ¿qué haréis después de esto?


anciano y los que los rostros admiran: éste, el principado(d) : y a profeta enseñando lo inicuo; éste la cola.


Y fue cogida la bestia y con ella el pseudoprofeta(e) , el que hacía señales a faz de ella, en las cuales sedujo a los que tomaron la marca de la bestia, y a los que adoraron la imagen de ella: vivos fueron arrojados los dos en el lago del fuego, el que arde en azufre.


Amados, no a todo espíritu creáis, sino probad los espíritus, si de Dios son; pues muchos pseudoprofetas han salido al mundo.


Pues los tales, pseudoapóstoles(e) obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo.


Guardaos de los falsos profetas los que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas; pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos les conoceréis.


habéis andado perseguidos, nadie persiguiendo; el espíritu ha estatuido mentira; te destiló en vino y ebriedad(g) . Y será de la gota de este pueblo,


por esto he aquí yo a los profetas, los que profetizan ensueños mentidos y no los cuentan, y extravían a mi pueblo en los embustes de ellos y en los extravíos de ellos; y yo no los he enviado y no les he mandado y con provecho no aprovecharán a este pueblo.


Por esto daré las mujeres de ellos a otros, y los campos de ellos a los herederos [porque, de pequeño a grande todos en pos de avaricia corren; y de profeta a sacerdote hacen embuste.


Y Helí, anciano muy mucho, oyó todo lo que hacían sus hijos a los hijos de Israel; y cómo dormían con las mujeres que se llegaban a la puerta del tabernáculo del testimonio.


Y diéronle setenta siclos de plata de la casa de Baal-Berit, y alquilóse Abimelec varones vanos y míseros y vinieron en pos de él.


a los príncipes de Judá y los poderosos y los sacerdotes y el pueblo;


Y a pueblo enseñarán entre sacro y profano; y entre puro e impuro les instruirán;


El hijo glorifica a su padre, y el siervo a su amo. Y si padre soy yo ¿Dónde está mi gloria? y si amo soy yo ¿Dónde está mi temor?, dice el Señor Omnipotente. Vosotros(b) , los sacerdotes los que menospreciáis mi nombre, y habéis dicho: ¿«En qué hemos menospreciado tu nombre»?


Pues labios de sacerdote han de guardar ciencia; y ley pedirán a su boca, por cuanto mensajero de Señor Omnipotente es.


He aquí los caudillos de la casa de Israel, cada uno con sus cognados, mezcláronse en ti para derramar sangre;


Sus príncipes por dádiva juzgaban; y sus sacerdotes por paga respondían; y sus profetas por dinero adivinaban; y en el Señor descansaban, diciendo: «¿Acaso el Señor entre nosotros no está? No vendrán, no, sobre vosotros males».


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