5 Todos los días de su voto, navaja no pasará sobre su cabeza, hasta que se cumplan los días, cuantos ha votado a Señor: sagrado será; dejará crecer libre la cabellera de su cabeza.
5 Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová, será santo; dejará crecer su cabello.
5 »Durante todo el tiempo que dure su voto, esta persona no se cortará el cabello, porque es santa y apartada para el Señor. Se dejará crecer el cabello hasta que se cumpla el tiempo de su voto.
5 Todo el tiempo de su consagración como nazireo, no se pasará la navaja por su cabeza; hasta que pasen los días de su consagración, será persona consagrada y se dejará crecer la cabellera.
5 No pasará navaja sobre su cabeza durante los días del voto de su nazareato, hasta que se cumplan los días por los que se consagró a YHVH. Será santo, dejando crecer libremente el cabello de su cabeza.
5 Durante el tiempo de su voto de nazireato no pasará la navaja por su cabeza; hasta que se cumplan los días por los que se ha consagrado a Yahveh, será santo y dejará crecer libremente su cabellera.
Y votó voto al Señor, diciendo: «Mi Señor, Señor, Dios de los ejércitos, si mirando mirares a la humildad de tu sierva, y te acordares de mí; y dieres a tu sierva simiente de varones lo daré a tu faz, hasta el día de su muerte; y vino y cosa embriagante no beberá y hierro no subirá sobre su cabeza.»
Y le manifestó todo su corazón y díjole: «Hierro no ha ascendido sobre mi cabeza, porque santo de Dios yo soy, desde el vientre de mi madre; si fuere, pues, rapado, apartárase de mí la fuerza mía y me debilitaré y seré como todos los hombres.»
pues he aquí tú en vientre tienes y parirás un hijo; y hierro sobre su cabeza no subirá, pues un consagrado a Dios será el niñito, desde el vientre y él empezará a salvar a Israel de mano de los filisteos.»
Y durmió Dalila a Sansón sobre sus rodillas; y llamó a un varón y cortó las siete trenzas de su cabeza y comenzó a humillarle y retiróse su fuerza de él.
Y Pablo, aun aguardando días bastantes, de los hermanos separándose, zarpó a la Siria; y con él Priscila y áquila; habiéndose(c) trasquilado en Cencreas la cabeza; pues tenía voto.