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Mateo 6:9 - Biblia Septuaginta al Español

9 Así, pues, oraréis vosotros: «Padre nuestro, el de los cielos, santifíquese(a) tu nombre(b) ;

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Biblia Reina Valera 1960

9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Ustedes, pues, recen así: Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre,

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Vosotros pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre;

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Mateo 6:9
43 Referans Kwoze  

«Digno eres, el Señor, el Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor, y la potestad; porque tú lo has creado todo y, por el querer tuyo, era y creado fue».


Pues no habéis recibido espíritu de servidumbre de nuevo para temor, sino que habéis recibido espíritu de adopción; en el que clamamos: «¡Abbá, el Padre!»


Y santificaré mi nombre el grande, el profanado en las gentes; el que profanasteis en medio de ellas; y conocerán las gentes que yo soy el Señor, al santificarme en vos a ojos de ellas.


Por esto: porque, de oriente de sol y hasta poniente, mi nombre glorificado será entre las gentes; y en todo lugar, timiama se ofrece a mi nombre y sacrificio puro; por esto; porque grande es mi nombre entre las gentes, dice el Señor Omnipotente.


El pecador será, y se encolerizará; sus dientes crujirá, y desharáse: codicia de pecadores perecerá.


Y ahora, Señor, padre nuestro, tú; y nosotros, lodo; obras de tus manos todos nosotros.


Esto dice el Altísimo en alturas, habitando el siglo, Santo en santo(b) , su nombre; Altísimo, en santos reposando; y a pusilánimes dando longanimidad, y dando vida a los del corazón quebrantados.


Y, porque sois hijos, envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el que clama: «Abbá, el Padre».


Y clamaban uno al otro y decían: «Santo, santo, santo, Señor de ejércitos, llena, toda la tierra de su gloria».


diciendo con voz grande: «Digno es el Cordero, el inmolado, de tomar la potestad, y riqueza, y sabiduría, y fuerza, y honor, y gloria y bendición».


Y dijeron los levitas Josué y Cadmiel(b) : «Alzad, bendecid al Señor, nuestro Dios desde el siglo y hasta el siglo; y alabarán el nombre de tu gloria y ensalzarán con toda bendición y alabanza.»


Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dones buenos dar a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre, el de los cielos, dará lo bueno a los que le pidieren?


Pues tú eres nuestro padre, porque Abrahán no nos ha conocido(g) , e Israel no reconocídonos; sino tú, el Señor, padre de nosotros; líbranos; desde el principio, tu nombre sobre nosotros está.


Empero por sus fraudes les has puesto males; derribádolos, cuando se exaltaban.


Y dígoos: no beberé, no, desde ahora de este germen de la vid, hasta aquel día que le beberé con vosotros nuevo en el reino de mi Padre».


Y padre no llaméis vuestro sobre la tierra; pues uno es vuestro padre: el celestial.


Así luzca vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre el de los cielos.»


y dijo: «Señor, Dios de nuestros padres ¿acaso tú no eres Dios en el cielo arriba, y tú dominas todos los reinos de las gentes; y en tu mano está la fuerza del poderío y no hay contra ti forma de resistir?


Levantándome, iré a mi padre, y diréle: «Padre, he pecado contra el cielo y a faz de ti;


Y será el Señor, rey sobre toda la tierra; en aquel día será el Señor uno y su nombre, uno,


tú escucharás del cielo, de tu preparada mansión, y harás según todo cuanto te invocare el extranjero; a fin de que conozcan todos los pueblos de la tierra tu nombre y te teman, según te teme el pueblo de Israel, y conozcan que tu nombre está invocado sobre esta casa que edifiqué.


Porque se llenará la tierra de conocer la gloria de Señor, como agua los cubrirá.


Y seré magnificado, y santificado, y glorificado y conocido delante de gentes muchas; y conocerán que yo soy el Señor.»


Y afiáncese y magnifíquese su nombre por los siglos, diciéndose: «Señor, Señor omnipotente, Dios de Israel» en la casa de David erguida delante de ti.


engrandézcase tu nombre hasta el siglo, diciendo: «Señor omnipotente, Dios sobre Israel; y la casa de tu siervo David será afirmada a faz de ti;


Y, si por Padre invocáis al que, sin acepción de personas, juzga según la de cada uno obra, en temor el de vuestra peregrinación tiempo pasad;


el sólo que tiene inmortalidad, luz habitando inaccesible; a quien ha visto nadie de hombres ni ver puede; a quien honor e imperio sempiterno; amén.


Y dijo el hijo a él: «Padre, he pecado contra el cielo y a faz de ti; ya no soy digno de llamarme hijo tuyo».


«Gloria en lo más excelso a Dios, y sobre tierra paz en hombres de beneplácito(b) ».


Así dice el Señor: «El cielo, mi trono; y la tierra escabel de mis pies; ¿qué casa me edificaréis? ¿y cuál, lugar de mi reposo?


Pues, si perdonareis a los hombres sus caídas, os perdonará también vuestro Padre el celestial;


Tú, empero, cuando orares, entra en tu alcoba y cerrando tu puerta, ora a tu Padre el en lo oculto; y tu Padre, el que ve en lo oculto, te recompensará.


Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre, el celestial, perfecto es.»


Y dijo Moisés a Aarón: «Esto es lo que habló Señor, diciendo: «En los que se me llegaren me santificaré(a) y en toda la congregación me glorificaré» y enmudeció Aarón.


Pablo, apóstol, no de parte de hombres(a) , ni por hombre, sino por Jesucristo y Dios Padre, que le resucitó de muertos;


Dícela Jesús: «No te adhieras a mí(i) ; pues aún no he ascendido al Padre; pero vete a mis hermanos, y diles: «Asciendo a mi Padre y vuestro Padre, y mi Dios y vuestro Dios».


De nuevo segunda vez, retirándose, oró: «Padre mío, si no puede éste (cáliz) pasar sin beberlo yo, hágase tu voluntad».


Mas ahora Señor Dios nuestro, sálvanos de mano de él; para que conozca todo reino de la tierra que tú eres el Dios solo».


a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: gracia a vosotros y paz de Dios, Padre nuestro y de Señor Jesucristo.


¿No se venden dos gorriones por un as(n) ? y uno de entre ellos no cae sobre la tierra sin el padre de vosotros.


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