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Mateo 6:10 - Biblia Septuaginta al Español

10 llegue tu reino(c) ; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra;

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Biblia Reina Valera 1960

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.

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Mateo 6:10
44 Referans Kwoze  

Que de paciencia tenéis necesidad, para que, la voluntad de Dios haciendo, reportéis la promisión.


Díceles Jesús: «Mi alimento es que yo haga la voluntad del que me ha enviado y cumpla su obra.


De nuevo segunda vez, retirándose, oró: «Padre mío, si no puede éste (cáliz) pasar sin beberlo yo, hágase tu voluntad».


en todo agradeced; que ésta, voluntad de Dios en Cristo Jesús para con vosotros.


y no os conforméis a este siglo, sino transformaos con la renovación de la mente, para probaros: cuál(a) , la voluntad de Dios, la buena(b) , y bien placiente y perfecta.


Pues ésta es la voluntad de mi Padre que me ha enviado: que todo el que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna; y resucitaréle yo en el último día».


Por esto también nosotros, desde el día que oímos, no cesamos, por vosotros orando y pidiendo que seáis llenos del conocimiento de la voluntad suya, en toda sabiduría, e inteligencia espiritual;


no según servicio al ojo como a hombres placiendo, sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios, de alma:


Susurraban todos mis enemigos contra mí; excogitaban males para mí,


No todo el que me dijere: «¡Señor, Señor!», entrará en el reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre, el de los cielos.


pues así es la voluntad de Dios: que, bien obrando, acalléis la de los insensatos hombres ignorancia;


os perfeccione en todo bien, para hacer su voluntad, haciendo(e) en vosotros lo grato a faz de él, por Jesucristo; a quien la gloria por los siglos de los siglos, Amén.


diciendo: «Arrepentíos; que cerca está el reino de los cielos».


Y la reyecía, y la potestad, y la grandeza de ellos, y el principado de todos los bajo el cielo reinos ha dado(i) al pueblo santo el Altísimo(j) , para reinar con reino eterno. Y todas las potestades le(k) serán sometidas y se le sujetarán —hasta el fin de la palabra(l) .


diciendo: «Padre, si quieres, traspasa este cáliz de mí; empero, no mi voluntad, sino la tuya hágase».


si alguno quisiere el querer de él hacer, conocerá acerca de la doctrina: si acaso de Dios es o yo por mí mismo hablo.


Y en los tiempos de estos reinos fundará el Dios del cielo un reino otro, el cual será por los siglos y no se disolverá; y este reino otra gente no dejará, no; y también percutirá y desvanecerá estos reinos(g) ; y él se alzará por el siglo;


Y oí como voz de turba mucha, y como voz de aguas muchas y como voz de truenos fuertes, que decían: «¡Aleluya! porque reina Señor, nuestro Dios, el Omnipotente.


Pues ésta es la voluntad de Dios: la santificación vuestra: que os abstengáis de la ramería;


Y, no persuadiéndole, callamos diciendo: «Del Señor la voluntad hágase».


y, removiéndole, levantóles a David en rey; al que también dijo, testificando. «He hallado a David, el de Jesé, varón según el corazón mío; que hará todas las voluntades mías».


Desde entonces principió a predicar y decir: «Arrepentíos; pues cerca está el reino de los cielos».


Y oí voz grande en el cielo diciendo: «Ahora hecha ha sido la salud, y el poder, y el reino de nuestro Dios y la potestad de su Cristo; porque arrojado ha sido el acusador de nuestros hermanos; el que les acusa a faz de nuestro Dios día y noche.


para no ya para de hombres concupiscencias, sino, para voluntad de Dios, el restante, en carne, vivir tiempo.


Entonces dije: «He aquí vengo (a la cabeza del libro(e) escrito está de mí) a hacer, el(f) Dios, tu voluntad».


diciendo: Bendito el que viene, el rey, en nombre del Señor, en cielo paz, y gloria en lo más excelso.


En verdad os digo que hay algunos de los aquí parados los que no gustarán(g) muerte hasta que no vieren al Hijo del hombre venir en su realeza»(h) .


Miraba yo en visión de la noche; y he aquí sobre las nubes del cielo, un como hijo de hombre venía, y como un anciano de días presentábase y los asistentes presentábanse a él(g) .


Y dijo Esdrás: «Tú eres el mismo Señor solo; tú hiciste el cielo y el cielo del cielo y toda la milicia de ellos, la tierra y todo cuanto hay en ella, los mares y todo lo de ellos; y tú vivificas todo y a ti adoran los ejércitos de los cielos.


bendita la que viene realeza de nuestro padre David; Hosanna en lo más excelso!


Y el séptimo ángel trompeteó; y hubo voces grandes en el cielo, diciendo: «Hecho es el reino del mundo de nuestro Señor y de su Cristo, y reinará por los siglos de los siglos,


Y vi tronos, y sentáronse sobre ellos y juicio dióseles; y(a) las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y los que no adoraron a la bestia ni la imagen de ella y no tomaron la marca sobre la frente y sobre la mano de ellos; y vivieron y reinaron(b) con el Cristo mil años.


Yo, empero, he sido constituido rey por él, sobre Sión, monte el santo suyo;


¿Acaso no todos son ministeriales espíritus, que, en ministerio son enviados por los que han de heredar la salud?


quien nos libró de la potestad de las tinieblas y trasladó al reino del Hijo del amor suyo;


Y, oyendo ellos esto, añadiendo dijo parábola, porque cerca estaba de Jerusalén él; y pensaban ellos que al punto debe el reino de Dios aparecer;


Alégrate sobremanera, hija de Sión; pregona, hija de Jerusalén: he aquí tu rey viene a ti, justo y salvando él mismo, manso y montando en subyugal(i) y pollino nuevo.


Que será en los postreros días visible el monte del Señor y la casa de Dios sobre sumidad de los montes; y se exaltará por cima de las colinas; y vendrán a él todas las gentes.


Y él dijo: «El Dios de nuestros padres ha predeterminado que conozcas su voluntad, y veas al justo(a) y oigas voz de su boca;


He aquí días vienen, dice el Señor, en que suscitaré a David un oriente justo, y reinará rey, y entenderá y hará juicio y justicia sobre la tierra.


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