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Mateo 2:19 - Biblia Septuaginta al Español

19 Pero, muerto Herodes, he aquí que un ángel del Señor se aparece en sueños a José en Egipto;

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Biblia Reina Valera 1960

19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Cuando Herodes murió, un ángel del Señor se le apareció en un sueño a José en Egipto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Después de la muerte de Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Pero cuando Herodes murió, he aquí un ángel del Señor aparece en sueños a José en Egipto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Muerto ya Herodes, se le apareció en sueños un ángel del Señor a José en Egipto

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Mateo 2:19
13 Referans Kwoze  

Mas, pensando él esto, he aquí que un ángel del Señor en sueños(b) se le apareció diciéndole: José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, pues lo engendrado en ella de Espíritu es, de santo:


y prosperará la mentira en sus manos; y su corazón se exaltará, y con dolo anonadará a muchos; y sobre perdición de varones se alzará; y hará congregación de mano, y retribuirá.»(q) .


Pero, oyendo que Arquelao reina sobre la Judea, en lugar de su padre Herodes, temió irse allá, y advertido del cielo, en sueños, retiróse a las partes de la Galilea.


y pondrá su pabellón entonces en medio de los mares y del monte, el deseable, el santo; y llegará hora de su consumación; y no habrá quien le ayude.


Por esto di: «Esto dice el Señor»: «Porque los rechazaré a las gentes, y los dispersaré en toda la tierra, y seréles santificación pequeña en las regiones donde entraren, allí.»


[Y tú no temas, siervo mío, Jacob, dice el Señor; y no te aterres, Israel; que he aquí yo te salvaré de tierra lejana; y tu simiente, de tierra de su cautividad; y regresará Jacob, y reposará y redundará en todos los bienes, y no habrá quien atemorice.


Yo soy, yo soy, el que te consuelo; conoce, quién siendo; temías de hombre mortal y de hijo de hombre, que, como pasto, secáronse.


Dije al Señor: «Dios mío eres tú; escucha, Señor, la voz de mi súplica.


Y dije: «Ahora empiezo: ésta, la mudanza de la diestra del Altísimo».


diciendo: «Despertando toma al infante y su madre y ve a la tierra de Israel; porque están muertos los que buscaban el alma del infante».


Y sentado él en el tribunal, envió a él su mujer, diciendo: «¡Nada a ti y aquel justo!: que mucho he padecido hoy en sueños(b) por él».


Pero un ángel del Señor, durante la noche, abrió las puertas de la custodia, y, sacándoles, dijo:


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