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Juan 11:41 - Biblia Septuaginta al Español

41 Alzaron, pues, la piedra. Y Jesús alzó los ojos arriba y dijo: «Padre, agradézcote, que me has oído.

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Biblia Reina Valera 1960

41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Así que corrieron la piedra a un lado. Entonces Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, gracias por haberme oído.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Y quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó: 'Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Quitaron pues la piedra.° Entonces Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: ¡Padre, te doy gracias porque me has oído!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 Quitaron, pues, la losa. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: 'Padre, te doy gracias por haberme escuchado.

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Juan 11:41
14 Referans Kwoze  

En aquel tiempo, respondiendo(k) Jesús, dijo: «Ensálzote, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes(l) , y reveládolas a los pequeñuelos(m) .


Esto dijo Jesús, y alzando sus ojos al cielo, dijo: «Padre ha venido la hora: glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique,


A no haber estado el Señor en nosotros —diga ahora Israel— a no haber estado el Señor en nosotros;


En aquella hora jubiló por el Espíritu, el Santo, y dijo: «Ensálzote, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, y reveládolas a los pequeñuelos. Sí, Padre, porque tal plugo ante ti.


Nada os afanéis; sino en todo, por la oración y la plegaria, con agradecimiento, vuestras peticiones manifiéstense ante Dios.


Y el publicano, a lo lejos parado, no quería ni los ojos alzar al cielo, sino golpeaba su pecho, diciendo: «¡Dios! apiádate de mí, el pecador».


Sí, Padre; porque tal plugo ante ti.


y le puso en su nueva sepultura, que había labrado en la peña, y rodando una piedra grande a la puerta de la sepultura, se fue.


Y, comprando sábana, bajando, le envolvió en la sábana; y depúsole en un sepulcro que estaba canteado en piedra; y rodó piedra ante la puerta de la sepultura.


Y hallaron la piedra rodada del monumento;


Empero, también ahora sé que, cuanto pidieres a Dios, te dará Dios».


Y en uno de los sábados(a) , María, la Magdalena viene, al alba, obscuridad aún habiendo, al monumento, y mira la piedra alzada del monumento.


Y, estando lleno de Espíritu Santo, fijándose en el cielo, vio gloria de Dios, y a Jesús parado a la derecha de Dios;


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