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Juan 1:29 - Biblia Septuaginta al Español

29 El siguiente día ve a Jesús venir a sí y dice: «He aquí el cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: 'Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Al día siguiente, ve a Jesús que viene hacia él, y dice: ¡He aquí el Cordero de Dios, que quita° el pecado del mundo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Al día siguiente, Juan ve a Jesús que viene hacia él, y entonces dice: 'Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.

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Juan 1:29
65 Referans Kwoze  

Y él, con estar maltratado, no abre la boca; como oveja a matanza, es llevado; y como cordero ante el que trasquila, mudo, así no abre su boca.


y él propiciación es por nuestros pecados; y no por los nuestros solamente, sino también por los de todo el mundo.


Y sabéis que aquél padeció para los pecados quitar; y pecado en él no hay.


sino con la preciosa sangre, como de cordero inmaculado e incontaminado: Cristo;


Al que no conocía pecado, por nosotros pecado hizo(m) , para que nosotros nos hiciésemos justicia(n) de Dios en él.


quien los pecados nuestros el mismo llevó, en su cuerpo, sobre el leño; para que, a los pecados muriendo, a la justicia viviésemos; con cuyas llagas habéis sido sanados.


El cual, siendo destello de la gloria e imagen de la substancia de él, y sustentándolo todo con la palabra de su poder, habiendo purificación de los pecados hecho, sentóse a la diestra de la majestad en lo excelso;


mostrarle luz y plasmar con inteligencia, justificar a justo bien sirviendo a muchos; y los pecados de ellos él llevará.


Y vi que abrió el Cordero uno de los siete sellos; y oí uno de los cuatro vivientes, diciendo, cual con voz de trueno: «Ven y ve».


Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos; y no han amado su alma hasta la muerte.


Cristo nos rescató de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; pues escrito está que: Dt. 21:23. maldito todo el suspendido de leño;


y, contemplando a Jesús pasearse, dice: «He aquí el cordero de Dios».


pues el Cordero el en medio del trono pastorearáles y encaminaráles a de vida manantiales de agua; y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos».


Y el paraje de la Escritura que leía, era éste: Is. 53,7. 8. Como oveja, a matanza fue llevado; y como cordero delante del que le trasquila, mudo así no abre su boca.


Estos con el Cordero guerrearán, y el Cordero les vencerá, porque señor de señores es y rey de reyes, y los con él, llamados, y elegidos y fieles»(i) .


Y cantan el cantar de Moisés, el siervo de Dios, y el cantar del Cordero, diciendo: «Grandes y maravillosas, tus obras, Señor, el Dios el omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, ¡el rey de las gentes!


Y vi: y he aquí el Cordero estante sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro millares(a) , teniendo el nombre de él y el nombre del Padre de él escrito en sus frentes.


Y he dicho: «Señor mío, tú lo sabes». Y díjome: «Estos son los que vienen de la tribulación la grande; y lavaron sus estolas y esplendoráronlas en la sangre del Cordero.


Pues también Cristo una vez por pecados padeció, justo por injustos, para introduciros a Dios, muerto ciertamente en carne; vivificado, empero, en espíritu;


Y díceme: «Escribe»: Bienaventurados los al festín de las nupcias del Cordero llamados». Y díceme: «Estas las palabras verdaderas de Dios son».


también él beberá del vino del furor de Dios, el mezclado(g) inmisto en el cáliz de la ira de él; y será atormentado en fuego y azufre a faz de ángeles santos y a faz del Cordero.


Y adoráronle todos los que habitan sobre la tierra; de los cuales no está escrito el nombre en el libro de la vida del Cordero, el inmolado, desde la fundación del mundo.


Pues así ha amado Dios al mundo, que a su Hijo, al unigénito, ha dado, para que, todo el que creyere en él, no perezca, sino tenga vida eterna.


Gocémonos y regocijémonos, y demos la gloria a él; porque han venido las nupcias del Cordero(b) y su mujer preparóse;


Estos son los que con mujeres no se han mancillado(b) ; pues vírgenes son(c) . Estos siguen al Cordero a donde fuere. Estos han sido comprados de entre los hombres; primicias para Dios y el Cordero;


y, cuando hubo tomado el libro, los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron a faz del Cordero, teniendo cada cual cítara y tazas áureas henchidas de timiamas, las que son las oraciones de los santos.


y de Jesucristo, —el testigo el fiel, el primogénito(c) de los muertos y el príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama, y nos lavó de nuestros pecados en su sangre;


Y vino uno de los siete ángeles los que tenían las siete tazas las repletas de las siete plagas las últimas, y habló conmigo, diciendo: «Ven, te mostraré la esposa, la mujer del Cordero».


y dicen a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y ocultadnos de la faz del sentado en el trono, y de la ira del Cordero;


que se dio por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad, y depurar para sí un pueblo opulento, celador de hermosas obras.


Y no entrará, no, en ella todo común(f) y el que hace abominación y mentira; sino los escritos en el libro de la vida del Cordero.


En esto está el amor: no, porque nosotros hayamos amado a Dios, sino porque él nos amó y envió a su Hijo, propiciación por nuestros pecados.


el que se dio rescate por todos: el testimonio en tiempos propios(a) ,


Pues trasmitíos, entre lo primero; lo que asimismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras;


así como el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y dar su alma redención por muchos.»


Y vi, en medio del trono y de los cuatro vivientes y en medio de los ancianos, un Cordero estante, como inmolado, teniendo cuernos siete y ojos siete(c) ; los que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra.


así también el Cristo, una vez ofrecido para de muchos quitar pecados; por segunda vez, sin pecado, apareceráse a los que le esperan, para salud.


el que se dio por nuestros pecados, a fin de sacarnos del siglo, del presente, malo, según la voluntad de Dios y Padre nuestro;


de todo lo que no podíais en ley de Moisés ser justificados; en éste todo creyente es justificado.


y parirá un hijo, y llamarás su nombre Jesús; pues él salvará a su pueblo de sus pecados.


Y el muro de la ciudad, teniendo fundamentos doce y sobre ellos doce nombres, de los doce apóstoles del Cordero.


Por donde debió en todo a los hermanos asemejarse, para misericordioso hacerse y fiel sumo sacerdote en lo para con Dios, para expiar los pecados del pueblo.


«¿Porqué no habéis comido el cabrón por el pecado en lugar santo? pues, por ser cosas santas de santas, éstas os ha dado a comer para llevar el pecado de la congregación y expiar por ellos delante de Señor.


Vuélvete, Israel, a tu Dios, por esto: porque has enfermado en tus injusticias.


Y estará sobre la frente de Aarón, y(i) llevará Aarón los pecados de las cosas santas, cuantas santificaren los hijos de Israel, de toda dádiva santa de ellos; y estará sobre la frente de Aarón, por siempre: aplacamiento para ellos ante Señor.


y ministrará el levita el ministerio del tabernáculo del testimonio; y ellos llevarán los pecados de ellos: ley sempiterna por sus generaciones; y en medio de los hijos de Israel no poseerán posesión.


Y dijo el Señor a Aarón, diciendo: «Tú y tus hijos y la casa de tu padre contigo llevaréis las primicias(a) del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis los pecados de vuestro sacerdocio:


becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;


Y el Señor quiere purificarle de la plaga; si diereis por pecado, vuestra alma verá simiente longeva; y quiere el Señor quitar del trabajo de su alma;


En aquel día estará todo lugar abierto a la casa de David y los habitantes de Jerusalén para la mudanza y para la separación(a) .


El siguiente día de nuevo estaba parado Juan y, de sus discípulos, dos;


El siguiente día quiso salir a la Galilea, y encuentra a Felipe, y dícele Jesús: «Sígueme».


Y al tercer día boda hubo en Caná de la Galilea, y estaba la madre de Jesús allí;


y a la mujer decían: «No ya por tu habla creemos; pues nosotros mismos hemos oído, y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo».


Yo soy el pan, el vivo, el del cielo descendido; si alguno comiere de este pan, vivirá por el siglo. Y el pan también que yo daré, la carne mía, es por la del mundo vida».


becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;


E hizo Moisés serpiente broncínea y púsola sobre enseña; y acontecía: cuando mordía serpiente a hombre, miraba a la serpiente, la broncínea, y vivía.


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