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Joel 2:30 - Biblia Septuaginta al Español

30 y daré prodigios en el cielo; y sobre la tierra sangre, y fuego y vapor de humo;

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Biblia Reina Valera 1960

30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Y haré maravillas en los cielos y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y haré prodigios en los cielos y en la tierra, Sangre y fuego, y columnas de humo.

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Joel 2:30
16 Referans Kwoze  

y terremotos grandes, y aquí y allí pestes y hambres habrá; y cosas espantables y del cielo señales grandes habrá.


Y al punto, después de la tribulación de aquellos días el sol se entenebrecerá, y la luna no dará su esplendor, y los astros caerán del cielo, y los poderes(k) de los cielos se estremecerán.


Y la consigna subió más y más sobre la ciudad, como columna de humo; y Benjamín miró hacia atrás de sí, y he aquí subió consumación(m) de la ciudad hasta el cielo.


Y llorarán y plañirán sobre ella los reyes de la tierra, los que con ella han ramereado y deleitádose; cuando vieren el humo del incendio de ella,


y miró a faz de Sodoma y Gomorra y toda la tierra del contorno, y vio: y he aquí subía ceniza de la tierra como humo de un horno.


y clamaban, mirando el humo del incendio de ella, diciendo: «¿Quién símil a la ciudad la grande?»


«¿Quién es ésta que asciende del desierto(a) , cual columna de humo encendida en mirra, olívano de todos polvos de ungüentario?


Y señal había para los hijos de Israel para con la emboscada de combate: alzar ellos consigna de humo desde la ciudad.


Y, mirando en torno los habitantes de Haí hacia sus espaldas, vieron humo surgir de la ciudad al cielo; y no tenían ya a dónde huir acá o acá; y todo el pueblo el que huía al desierto volviéronse contra los perseguidores.


Y el primero trompeteó: y hubo granizo y fuego mezclados de sangre, y arrojados fueron sobre la tierra: y el tercio de la tierra se abrasó; y el tercio de los árboles se abrasó, y toda hierba verde se abrasó.


Por estas cosas plaña la tierra; y entenebrézcase al par el cielo de arriba; porque he hablado y no me pesará; me he lanzado y no me volveré de ella».


Y será que en aquel día no habrá luz; frío y hielo


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