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Jeremías 20:2 - Biblia Septuaginta al Español

2 Y percutióle y le arrojó en el cepo que hay en la puerta de casa asignada de los altos que hay en la casa del Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Así que arrestó al profeta Jeremías, ordenó que lo azotaran y que lo pusieran en el cepo junto a la puerta de Benjamín, en el templo del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 al oír a Jeremías, mandó apalearlo, y lo hizo sujetar con cadenas en el calabozo de la puerta alta de Benjamín, que está en la Casa de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y Pasur hizo azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo que estaba en la puerta alta de Benjamín,° la cual conducía a la Casa de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Y Pasjur mandó azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo que había en la puerta superior de Benjamín, en el templo de Yahveh.

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Jeremías 20:2
30 Referans Kwoze  

Y estaba él en la puerta de Benjamín, y allí, un hombre con quien se hospedaba(a) : Jerias, hijo de Selemías, hijo de Ananías, cogió a Jeremías, diciendo: «¿A los caldeos tú huyes?».


circuyendo toda la tierra y el desierto, desde Gabe hasta Remón al austro de Jerusalén (y Rama en su lugar quedará); desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta la primera, hasta la puerta de los ángulos y hasta la torre de Hananeel, hasta los lagares del rey(e) :


y guerrearán contra ti, y no podrán, no, contra ti; por cuanto contigo yo soy, para librarte, dijo el Señor.


Y airóse Asa contra el profeta y púsolo en prisión; pues se encolerizó por esto; y desmandóse Asa en el pueblo, en aquel tiempo.


Y mandó el rey a Jeremiel, hijo del rey, y a Saraías, hijo de Ezriel, coger a Baruc y a Jeremías; y se ocultaron(e) .


«El Señor te ha dado por sacerdote en lugar de Yoyadá, el sacerdote, para ser prefecto en la casa del Señor a todo hombre profetizante, y a todo hombre frenético; y le darás en prisión y en calabozo.


Y se arrojaron sobre él y le lapidaron, por mandato de Joás el rey, en el atrio de la casa del Señor.


di: «Dice el rey y poner a éste en prisión, y que él coma pan de tribulación y agua de tribulación, hasta volver yo en paz.»


Y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús(d) . Y maravilléme, viéndola, con maravilla grande.


No temas lo que has de padecer. He aquí ha de arrojar el diablo de entre vosotros en prisión, para que seáis tentados; y tendréis tribulación de días diez. Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida».


¿A cuál de los profetas no persiguieron los padres de vosotros? Y mataron a los que prenunciaban acerca de la venida del Justo; del que ahora vosotros traidores y asesinos os habéis hecho;


Y obedeciéronle, y llamando a sí los apóstoles, flagelando, intimaron no hablar en el nombre de Jesús; y soltáronles.


y echaron las manos sobre los apóstoles y pusiéronles en custodia pública.


y echaron sobre ellos las manos y pusieron en custodia hasta el siguiente día; pues era tarde ya.


Y cogiendo los agrícolas a sus siervos a uno desollaron(h) ; a otro mataron; a otro apedrearon.


Y aconteció, habiendo Jeremías hablado todo lo que le ordenó el Señor hablar a todo el pueblo; que le cogieron juntamente los sacerdotes, y los pseudoprofetas, y todo el pueblo, diciendo:


Y pusiste mi pie en tropiezo, y observaste todas mis obras y hasta las plantas de mis pies has llegado;


Y llegóse Sedecías, hijo de Canaaná, y percutió a Miqueas en la mejilla, y díjole: «¿Por qué caminos se fue el espíritu del Señor, de mí a hablarte a ti?».


Y puesto en cepo mi pie y observando todos mis caminos».


Y aconteció, al oír el rey Jeroboam las palabras del hombre de Dios, del que clamaba contra el ara, en Betel, que extendió el rey la mano desde el ara, diciendo: «Prendedle.» Y he aquí que se le secó la mano que extendió sobre él, y no pudo retirarla hacia sí.


Y oyeron los príncipes de Judá esta palabra, y subieron de la casa del rey a la casa del Señor, y sentáronse en vestíbulos de puerta la nueva.


Y ordenó el rey y metiéronle en casa de la custodia; y dábanle pan, uno al día, desde afuera, donde cocían; hasta que faltaron los panes, de la ciudad; y sentóse Jeremías en el atrio de la custodia.


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