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Gálatas 3:13 - Biblia Septuaginta al Español

13 Cristo nos rescató de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; pues escrito está que: Dt. 21:23. maldito todo el suspendido de leño;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías. Pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la Ley, al hacerse maldición por nosotros, como dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 El Mesías nos libertó de la maldición de la ley, hecho maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Cristo nos rescató de la maldición de la ley haciéndose maldición por nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero.

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Gálatas 3:13
43 Referans Kwoze  

quien los pecados nuestros el mismo llevó, en su cuerpo, sobre el leño; para que, a los pecados muriendo, a la justicia viviésemos; con cuyas llagas habéis sido sanados.


no pernoctará su cuerpo en el leño, sino que, con sepultura, le sepultarás en aquel día, porque maldito de Dios todo colgado en leño; y no mancillarás la tierra que el Señor, tu Dios, te da en posesión.


ni por sangre de cabrones y becerros, sino por la propia sangre entró una vez por todas en el santuario, eterna redención hallando.


Y por esto de alianza nueva medianero es; para que, muerte viniendo en redención de las bajo el primer testamento transgresiones, la promesa recibiesen los llamados, de la eterna herencia.


Y cantan cantar nuevo, diciendo: «Digno eres de tomar el libro y abrir los sellos de él; porque has sido inmolado y nos has comprado para Dios, en tu sangre, de toda tribu, y lengua, y pueblo y gente;


ésta es mi sangre del (nuevo) testamento; la que por muchos es derramada en remisión de pecados.


para que los bajo ley redimiese; para que la filiación recibiésemos.


y de Jesucristo, —el testigo el fiel, el primogénito(c) de los muertos y el príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama, y nos lavó de nuestros pecados en su sangre;


En esto está el amor: no, porque nosotros hayamos amado a Dios, sino porque él nos amó y envió a su Hijo, propiciación por nuestros pecados.


Pues también Cristo una vez por pecados padeció, justo por injustos, para introduciros a Dios, muerto ciertamente en carne; vivificado, empero, en espíritu;


así también el Cristo, una vez ofrecido para de muchos quitar pecados; por segunda vez, sin pecado, apareceráse a los que le esperan, para salud.


si no, hubiera sido menester que muchas veces padeciese, desde la fundación del mundo; empero, ahora ya una vez por todas, en consumación de los siglos, para anonadamiento del pecado, por su inmolación se ha manifestado.


que se dio por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad, y depurar para sí un pueblo opulento, celador de hermosas obras.


Pues, cuantos de obras de ley son, bajo maldición están. Pues escrito está: que maldito todo el que no permanece en todo lo escrito en el libro de la ley, para hacerlo.


Al que no conocía pecado, por nosotros pecado hizo(m) , para que nosotros nos hiciésemos justicia(n) de Dios en él.


El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros echasteis mano, suspendiendo sobre leño.


Setenta semanas(d) han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre la ciudad de Sión, para que termine el pecado, y las injusticias se quiten, y se borren las injusticias; y se entienda la visión y se dé justicia sempiterna y se cumplan las visiones y profeta, y para ungir(e) el santo de los santos.


quien fue entregado por causa de nuestras caídas y resucitado por causa de nuestra justificación.


y caminad en amor, así como también el Cristo nos amó y entregóse por nosotros ofrenda y hostia a Dios en olor de fragancia.


Y colgóse a Amán del madero que aparejó para Mardoqueo. Y entonces el rey se calmó del furor.


por cuanto se ha ablandado tu corazón y te has confundido a la faz del Señor, al oír cuanto hablé sobre este lugar y sobre los habitantes de él para ser en desaparecimiento y en maldición —y desgarraste tus vestiduras y lloraste a faz mía; yo también he oído, dice el Señor.


pues votara yo anatema(a) ser yo mismo del Cristo(b) por mis hermanos, mis congéneres, según carne;


Y lo vio un varón y lo anunció a Joab y dijo: «He visto a Absalón colgado en la encina».


Y adoráronle todos los que habitan sobre la tierra; de los cuales no está escrito el nombre en el libro de la vida del Cordero, el inmolado, desde la fundación del mundo.


Y, arrojando los denarios en el templo, retiróse, y, yendo, se ahorcó.


Y, después de siete —y setenta—(g) y setenta y dos, quitada será la unción(h) , y no será; y reino de gentes destruirá la ciudad y el santuario con lo ungido, y llegará la consumación de él, con ira y tiempo de consumación; de guerra se guerreará.


que por mí mismo he jurado, dice el Señor; pues en intransitable y en oprobio y en maldición serás en medio de ella, y todas las ciudades de ella estarán desiertas por siglo.


Y no pudo el Señor ya sufrir a faz de maldad de vuestras obras, y ante las abominaciones que hicisteis; y fue hecha vuestra tierra en desolación, y en intransitable y en maldición; como en este día,


Y dijo David a los gabaonitas: «¿Qué os haré y en qué desagraviaros, y bendeciréis la heredad del Señor?»


Espada, levántate sobre mis pastores; sobre varón, ciudadano mío, dice el Señor Todopoderoso; herid a los pastores y arrancad las ovejas; y traeré mi mano sobre los pequeños(c) .


Y lo concedió así; y permitió a los judíos de la ciudad colgar los cuerpos de los hijos de Amán.


Y Aquitofel vio que no se hizo el consejo de él, y ensilló su asna, y levantóse y se fue a su casa, a su ciudad; y mandó a su casa, y se estranguló y murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.


Y dioles en mano de los gabaonitas, y los asolearon en el monte delante del Señor(c) ; y cayeron los siete ellos juntos; y ellos fueron muertos en días de siega, en los primeros, a principios de la siega de cebada.


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