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Ester 4:16 - Biblia Septuaginta al Español

16 «Caminando, congrega a los judíos, los de Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis por tres días, noche y día; y yo y mis doncellas no comeremos, y entonces entraré al rey, contra la ley, aun cuando yo debiere perecer»

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 «Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa y hagan ayuno por mí. No coman ni beban durante tres días, ni de noche ni de día; mis doncellas y yo haremos lo mismo. Entonces, aunque es contra la ley, entraré a ver al rey. Si tengo que morir, moriré».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Reúne a todos los judíos que hay en Susa y que ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días y tres noches, y yo, por mi parte, también ayunaré con mis damas; ya que iré a ver al rey en contra de la ley, si tengo que morir, moriré».

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis durante tres días, ni de noche ni de día. Yo también ayunaré igualmente con mis doncellas, y entonces acudiré al rey aunque no sea conforme a la ley,° ¡y si he de perecer, que perezca!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 'Ve y reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunad por mí. No comáis ni bebáis durante tres días, ni de día ni de noche. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así, aun en contra de la ley, me presentaré al rey. Si tengo que morir, moriré'.

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Ester 4:16
29 Referans Kwoze  

Empero, de ninguna manera estimo mi alma preciosa para mí(f) , para consumar mi carrera y el ministerio que he recibido del Señor Jesús: de testificar grandemente el evangelio de la gracia de Dios.


Y temió y puso Josafat su rostro a buscar al Señor, y pregonó ayuno en toda Judá.


Pues, quien quisiere su alma salvar, perderála, y quien perdiere su alma por causa mía, éste salvarála.


Pues sé que ha de mandar a sus hijos y a su casa, después de él, que guarden el camino de Señor a hacer juicio y justicia, para que traiga Señor sobre Abrahán todo lo que le ha hablado».


Y si no os place servir al Señor, elegid para vosotros mismos hoy a quien servir: si a los dioses de vuestros padres, a los de allende el río, o a los dioses de los amorreos en que habitáis sobre la tierra de ellos; yo, empero, y mi casa serviremos al Señor, porque santo es.»


Envalentónate, y prevalezcamos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios; y Señor hará lo bueno en sus ojos».


Y mi Dios todopoderoso os dé gracia delante del hombre, y remita vuestro hermano el otro y Benjamín; yo, empero, así como he quedado sin hijos, he quedado sin hijos».


Y llamó el Señor, Señor de ejércitos en aquel día, llanto y plañido, y rasura y ceñidura de sacos;


Y aconteció en el día tercero, cuando cesó de orar, que se quitó las vestiduras de la servidumbre y se revistió de su gloria; y, hecha esplendorosa, invocando al de todo mirador Dios y salvador, tomó consigo las dos doncellas; y en la una se apoyaba como delicadísima, pero la otra seguía aligerando su vestimenta; y ella, sonrosada de colmo de su hermosura. Y su rostro, alegre, como amable; su corazón, empero, estrechado del temor. Y, entrando por todas las puertas, paróse delante del rey; y él estaba sentado en el trono de su reino, y de toda estola de su esplendidez revestido todo entre oro y piedras preciosas; y estaba amedrentador sobremanera. Y, alzando su semblante, encendido de gloria, en colmo de furor miró. Y cayó la reina, y demudó su color en desmayo; y reclinóse sobre la cabeza de la doncella que la precedía. Y mudó Dios el espíritu del rey en mansedumbre; y, espantado, salió de su trono, y tomóla en sus brazos hasta que se recobró. Y consolábala con palabras pacíficas, y le dijo: «¿Qué hay Ester? Yo, tu hermano; consuélate: no morirás, no. Porque el decreto es para el común de las gentes, no es para nosotros: acércate».


porque, por la obra de Cristo, a la muerte se acercó, peligrando de alma(i) , para suplir vuestra falta en mi ministerio(j) .


(los que por mi alma su cerviz expusieron; a quienes no yo sólo agradezco, sino también todas las Iglesias de las gentes); y a la en casa de ellos Iglesia.


Y, mientras que iba amaneciendo, exhortó Pablo a todos ellos a tomar alimento, diciendo: «El catorceno hoy día aguardando, sin comer pasáis, nada tomando.


Entonces respondió Pablo y dijo: «¿Qué hacéis llorando y destrozando mi corazón? Que yo no sólo para ser atado, sino también para morir en Jerusalén preparado estoy por el nombre del Señor Jesús».


Y, como se retiró el ángel, el que le hablaba, llamando dos de sus domésticos y un soldado piadoso de los que le asistían;


Y estuvo días tres no viendo, y no comió ni bebió.


Pues, así como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra, tres días y tres noches.


y ha puesto su alma en mano suya y batido al filisteo; y ha hecho el Señor salvación grande, y todo Israel vio, y alegráronse; y ¿por qué pecas contra sangre inocente, matando a David de balde?»


Respondió Pilato: «Lo que he escrito, he escrito».


Y en toda región, donde se publicaban las letras, hubo vociferación y plañido y luto grande, para los judíos, y se echaron saco y ceniza.


Y reenvió Ester al que llegó a ella, a Mardoqueo, diciendo:


Y, caminando Mardoqueo, hizo cuanto le mandó Ester, y rogó a Señor acordándose de todas las obras del Señor y dijo: «Señor, Señor, rey todopoderoso, pues en tu poder todo está, y no hay quien te contradiga, queriendo tú salvar a Israel; porque tú has hecho el cielo y la tierra, y todo lo maravilloso que hay(b) debajo del cielo; tú, Señor, eres de todo; y no hay quien se oponga al Señor. Tú todo conoces; tú sabes, Señor, que no en altanería, ni en soberbia, ni en vana gloria he hecho esto: de no adorar al soberbio Amán; (porque placíame besar las plantas de sus pies, para salvación de Israel) sino que hice esto por no poner gloria de hombre sobre la gloria de Dios. Y no adoraré a nadie sino a ti, mi Señor, y no lo haré en soberbia. Y ahora, Señor, el Dios, el rey, el Dios de Abrahán, apiádate de tu pueblo; porque nos miran para perdición, y han deseado perder desde principio la heredad tuya. No te desentiendas de la porción tuya que te has redimido, de tierra de Egipto. Escucha mi plegaria y reconcíliate con tu heredad y trueca nuestro llanto en regocijo; para que, viviendo, cantemos tu nombre, Señor, y no destruyas la boca de los que te loan, Señor». Y todo Israel vociferó con fuerza, porque tenían la muerte en sus ojos. Y Ester, la reina, se refugió en el Señor, en agonía de muerte abandonada, y quitándose las vestiduras de su gloria, púsose vestiduras de angustia y luto, y en vez de los soberbios perfumes, de ceniza y fimo llenó su cabeza; de polvo y ceniza, y su cuerpo humilló sobremanera; y todo sitio de su atavío de regocijo llenó de retorcidos(c) cabellos suyos. Y oró al Señor, Dios de Israel y dijo: «Señor mío, rey nuestro, tú eres sólo, ampárame a la sola que no tiene amparador sino a ti; pues el peligro está en mi mano. Yo oía, de mi linaje, de la tribu de mi familia, que tú, Señor, has tomado a Israel de todas las gentes, y a nuestros padres, de todos sus progenitores, en herencia eterna; y les has hecho, cuanto has hablado. Y ahora hemos pecado ante tu faz, y nos has entregado en manos de nuestros enemigos; por cuanto hemos glorificado a los dioses de ellos. Justo eres, Señor, y ahora no se han contentado con la amargura de nuestra servidumbre, sino puesto sus manos sobre las manos de sus ídolos, para quitar la determinación de tu boca, desvanecer la herencia tuya; obturar la boca de los que alaban; extinguir la gloria de tu casa y tu altar; y abrir la boca de las gentes para oír(d) virtudes de los vanos(e) y para ser maravillado rey carnal por el siglo. No entregues, Señor, tu cetro a los que no son; y no se rían en nuestra caída, sino vuelve su determinación contra ellos; y al que ha empezado contra nosotros, pon por ejemplo. Acuérdate, Señor, conózcasete en tiempo de nuestra tribulación; y a mí envalentona, rey de los dioses, y sobre toda dominación poderoso. Da palabra bien sonante a mi boca a faz del león, y muda el corazón de él en odio del que guerrea contra nosotros, para consumación de él y de los que sienten como él. Mas a nosotros salva en tu mano, y ampárame a la sola y que no tiene sino a ti, Señor. De todas las cosas conocimiento tienes, y sabes que he aborrecido la gloria de impíos, y abomino el lecho de incircuncisos y de todo extraño. Tú sabes mi necesidad, que abomino la señal de mi soberbia que está sobre mi cabeza en días de mi ostentación. Abomínolo como trapo de menstruo, y no lo llevo en días de mi reposo. Y no ha comido tu sierva mesa(f) de Amán; y no he glorificado simposio(g) de rey, ni bebido vino de libaciones; y no se ha regocijado tu sierva, desde el día de mi translación hasta ahora; sino en ti, Señor, Dios de Abrahán. El Dios, el fuerte sobre todos, escucha la voz de los desesperados y líbranos de mano de los malobrantes, y líbrame de mi temor».


Y aconteció en el año, el octavo para el rey Joaquín, en el mes el noveno, convocaron ayuno ante el rostro del Señor todo el pueblo de Jerusalén y casa de Judá.


y anunció ayuno, y suplicación e imploración(b) , para buscar ante el Señor el Altísimo, acerca de este arcano; a fin de que no fuesen entregados Daniel y los con él a perdición junto con los sabios de Babilonia.


Si dijéremos: Entremos en la ciudad, hay hambre en la ciudad y moriremos allí; y si estuviéremos aquí sentados, también moriremos; y ahora vamos y caigamos en el campamento de Siria; si nos prendieren vivos, vivos estamos; y si nos mataren, muertos».


Y publiqué allí un ayuno, sobre el río Ahavá, para humillarnos a la faz de nuestro Dios, para buscar, de él, camino cierto para nosotros y nuestros hijos y toda nuestra hacienda.


Y Ester con palabra estatuyó por el siglo; y fue escrito para memorial.


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