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Efesios 3:8 - Biblia Septuaginta al Español

8 A mí, el menos que el menor de todos los santos(f) ha sido dada esta gracia: a las gentes evangelizar la inescrutable riqueza del Cristo,

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Biblia Reina Valera 1960

8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Aunque soy el menos digno de todo el pueblo de Dios, por su gracia él me concedió el privilegio de contarles a los gentiles acerca de los tesoros inagotables que tienen a disposición por medio de Cristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 A mí, el menor de todos los creyentes, se me concedió esta gracia de anunciar a los pueblos paganos la incalculable riqueza de Cristo

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos,° me fue dada esta gracia de proclamar a los gentiles el evangelio de la inescrutable riqueza del Mesías,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 A mí, el menor de todo el pueblo santo, se me ha dado esta gracia: la de anunciar a los gentiles el Evangelio de la insondable riqueza de Cristo,

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Efesios 3:8
33 Referans Kwoze  

a quienes quiso Dios manifestar cuál(j) la riqueza de la gloria de este misterio, entre las gentes, el que es Cristo entre vosotros: la esperanza de la gloria;


Pues yo soy el más pequeño de los apóstoles; que no soy digno de llamarme apóstol; por esto: porque perseguí a la Iglesia de Dios;


para que dé a vosotros, según la riqueza de su gloria, que con potencia seáis corroborados, por su Espíritu en el interior hombre;


para manifestar en los siglos, los sobrevinientes, la excesiva riqueza de su benignidad para con nosotros en Cristo Jesús.


para lo cual he sido puesto yo predicador y apóstol (verdad digo; no miento), maestro de gentes en fe y verdad.


al que antes era blasfemo, y perseguidor y ultrajador; empero compadecióseme, porque, ignorando, hice en infidelidad;


para revelar a su Hijo en mí, para que yo le evangelizara en las gentes; al punto no me confié a carne o sangre;


¡Oh profundidad de riquezas y sabiduría y ciencia de Dios! ¡cuán inescrutables sus juicios, e ininvestigables sus caminos!


¿O las riquezas de la bondad de él y de la paciencia y de la longanimidad desprecias; ignorando que lo bueno de Dios a penitencia te trae;


para lo cual he sido puesto yo predicador, y apóstol y maestro de gentes.


y conocer el todo superante amor del Cristo; a fin de que os llenéis en toda llenura de Dios.


empero, según está escrito: Is. 64,3 . «Lo que ojo no vio y oreja no oyó; y a corazón de hombre no ascendió— cuanto preparó Dios a los que le aman»;


con amor fraterno unos de otros tiernamente amantes;


Y ellos ciertamente fuéronse; gozando, de faz del sanedrín; porque se les dignó, por el nombre de Jesús, de ser deshonrados;


aconséjote comprar de mí oro acrisolado en crisol, para que enriquezcas, y vestiduras albas, para que te vistas, y no parezca la vergüenza de tu desnudez; y colirio para ungir tus ojos, para que veas(j) .


Fiel la palabra y de toda aceptación digna: que Cristo Jesús vino al mundo, pecadores a salvar; de los que el primero soy yo;


Y dijo a él el Señor: «Vete, por que vaso de elección esme éste para llevar mi nombre a faz, y de las gentes, y reyes e hijos de Israel;


Y mi Dios llenará toda necesidad de vosotros, según su riqueza, en gloria, en Cristo Jesús.


(pues el que obró por Pedro(e) , para apostolado de la circuncisión, obró también por mí para las gentes)


nada por emulación, nada por vanagloria; sino con humildad, el uno al otro considerando superior a sí;


si es que(b) habéis oído la dispensación de la gracia de Dios, la dada a mí para vosotros;


Y, por él, vosotros sois en Cristo Jesús; quien ha sido hecho sabiduría nuestra por Dios, y justicia, y santificación, y redención;


Pues de su plenitud todos nosotros hemos recibido, y gracia por gracia;


Y vino el rey David y sentóse delante del Señor y dijo: «¿Quién soy yo, Señor Dios?» ¿y cuál mi casa para darme tú por los siglos?


Por causa de esto, yo, Pablo, el prisionero de Cristo Jesús(a) , por vosotros, las gentes;


Y dijo el siervo: «Señor, hecho está lo que ordenaste, y todavía lugar hay».


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