15 Y, entristecido el rey, dijo fuese arrojado Daniel el el lago de los leones; según el decreto que había estatuido contra él. Entonces el rey, sobremanera se entristeció por Daniel, y trabajó por librarle, hasta la puesta del sol, de las manos de los sátrapas;
15 Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.
15 Por la noche, los hombres volvieron a presentarse ante el rey y dijeron: «Su majestad, usted sabe que según las leyes de los medos y los persas, ninguna ley firmada por el rey puede ser modificada».
15 Pero esos hombres lo presionaban, diciéndole: '¡Sabes muy bien, oh rey, que según la ley de los Medos y de los Persas ninguna prohibición o decreto firmado por el rey puede ser anulado!'.
15 Pero aquellos hombres se reunieron alborotados en torno al rey, y le dijeron: ¡Sabe, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado!
Entonces estos hombres se llegaron al rey y dijeron: «Darío rey ¿acaso no has decretado decreto de que todo hombre no ore oración, ni pida petición a todo dios, hasta treinta días, sino a ti, rey; y de no, será arrojado en el lago de los leones? Y, respondiendo el rey, dijo: «Exacta, la palabra; y quedará el decreto.»
Escribid también vosotros en mi nombre, como os parezca y sellad, con mi anillo; pues cuanto se escribe, mandando el rey, y se sella con mi anillo, no puede ser revocado».
«Decreto y estatuto hemos establecido que todo hombre que orare oración o pidiere petición alguna a todo dios, hasta treinta días, sino a Darío, el rey, será arrojado en el lago de los leones.»