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Apocalipsis 11:17 - Biblia Septuaginta al Español

17 diciendo: «Agradecémoste, Señor, el Dios el omnipotente, el que es, y el que era, porque has tomado el poder tuyo, el grande, y has reinado;

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Biblia Reina Valera 1960

17 diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 diciendo: «Te damos gracias, Señor Dios, el Todopoderoso, el que es y que siempre fue, porque ahora has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has empezado a reinar, valiéndote de tu poder invencible.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderoso, el que eres y el que eras,° porque has tomado tu gran poder y asumiste el reino.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 diciendo: 'Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso, el que es y el que era, porque has recobrado tu gran poder, y has comenzado a reinar.

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Apocalipsis 11:17
27 Referans Kwoze  

«Yo soy el alfa y la O(d) [principio y fin], dice Señor Dios; el que es, y que era y que viene, el todopoderoso».


Y oí al ángel de las aguas diciendo: «Justo eres, el que es y el que era, el santo; porque esto has juzgado;


Y oí como voz de turba mucha, y como voz de aguas muchas y como voz de truenos fuertes, que decían: «¡Aleluya! porque reina Señor, nuestro Dios, el Omnipotente.


Juan a las siete iglesias las del Asia(b) : gracia a vosotros y paz del que es, y que era y que viene; y de los siete espíritus los a faz de su trono,


Y vi el cielo abrirse, y he aquí corcel esplendente, y el sentado sobre él llamado «Fiel y Veraz»; y en justicia juzga y guerrea.


Y oí al altar diciendo: «Sí, Señor, el Dios el omnipotente, verdaderos y justos, tus juicios».


abierto sobre mi boca, como león el que arrebata y ruge.


pues son espíritus de demonios que(a) hacen señales, los que salen a los reyes del orbe entero, a reunirles para la guerra del día el grande de Dios, el Omnipotente.


Y cantan el cantar de Moisés, el siervo de Dios, y el cantar del Cordero, diciendo: «Grandes y maravillosas, tus obras, Señor, el Dios el omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, ¡el rey de las gentes!


Y el séptimo ángel trompeteó; y hubo voces grandes en el cielo, diciendo: «Hecho es el reino del mundo de nuestro Señor y de su Cristo, y reinará por los siglos de los siglos,


Gracias doy al que me ha confortado: Cristo Jesús, el Señor nuestro, porque fiel me juzgó, poniendo en ministerio


En aquella hora jubiló por el Espíritu, el Santo, y dijo: «Ensálzote, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, y reveládolas a los pequeñuelos. Sí, Padre, porque tal plugo ante ti.


En aquel tiempo, respondiendo(k) Jesús, dijo: «Ensálzote, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes(l) , y reveládolas a los pequeñuelos(m) .


Y dirá el hombre: «¿Si ya hay fruto para el justo? Ya hay Dios que los juzga en la tierra?».


Y era Abram de noventa y nueve años, y aparecióse Señor a Abram, y díjole: «Yo soy el Dios omnipotente; camina a faz mía y hazte perfecto.


¡Gracias a Dios por su inenarrable don!


Y, sabiendo Daniel el decreto que puso contra él, ventanas abrió en su terraza, en frente de Jerusalén; y caía sobre su rostro tres veces al día, según hacía de antes, y oraba.


Y revelará el Señor su brazo, el santo, delante de todas las gentes; y verán todas las sumidades de la tierra la salud, la de nuestro Dios.


Y ¡a Dios gracias, al que siempre nos da triunfar en el Cristo, y el olor de su conocimiento manifiesta por nosotros en todo lugar!,


Alzaron, pues, la piedra. Y Jesús alzó los ojos arriba y dijo: «Padre, agradézcote, que me has oído.


A ti, Señor de mis padres, confieso y alabo; pues sabiduría, prudencia me diste; y ahora me manifestaste cuanto he pedido para declarar al rey en esto.»


Por esto, en un día llegarán las plagas de ella: muerte, y luto y hambre; y en fuego quemada será; porque fuerte, Señor, el Dios, el que la ha juzgado.


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