Y votó voto al Señor, diciendo: «Mi Señor, Señor, Dios de los ejércitos, si mirando mirares a la humildad de tu sierva, y te acordares de mí; y dieres a tu sierva simiente de varones lo daré a tu faz, hasta el día de su muerte; y vino y cosa embriagante no beberá y hierro no subirá sobre su cabeza.»
«Porque habéis dicho: «Hemos hecho pacto con el infierno, y con la muerte conciertos: tormenta descargándose si pasare, no vendrá, no, sobre nosotros, hemos puesto mentira por nuestra esperanza, y de la mentira nos ampararemos».
Y dijo Absalón a Joab: «He aquí envié a ti diciendo: Ven acá, y te enviaré al rey diciendo: ¿A qué he venido de Gesur? Bueno era para mí estar allí; y ahora he aquí el rostro del rey no he visto, y, si hay en mí iniquidad, mátame».
Y si no os place servir al Señor, elegid para vosotros mismos hoy a quien servir: si a los dioses de vuestros padres, a los de allende el río, o a los dioses de los amorreos en que habitáis sobre la tierra de ellos; yo, empero, y mi casa serviremos al Señor, porque santo es.»