5 Y, viniendo ellos a Suf, Saúl dijo a su jovencito, al con él: «¡Acá! y volvamos; no sea que, desentendiéndose mi padre de las asnas se solicite por nosotros.»
5 Cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará acongojado por nosotros.
5 Finalmente, entraron a la región de Zuf y Saúl le dijo a su siervo: —Volvamos a casa. ¡Es probable que ahora mi padre esté más preocupado por nosotros que por los burros!
5 Cuando llegaron al territorio de Suf, Saúl dijo a su sirviente: 'Mejor regresemos, pues nuestro padre se va a preocupar más por nosotros que por las burras'.
5 Cuando llegaron a la tierra de Suf, Saúl dijo al joven que estaba con él: Vamos a volvernos, no sea que mi padre se olvide de las asnas y comience a preocuparse por nosotros.
5 Cuando llegaron a la región de Suf, dijo Saúl al criado que le acompañaba: 'Vamos a volvernos, no sea que mi padre, más que por las asnas, esté ya intranquilo por nosotros'.
Y esto será para ti la señal de que te ha ungido el Señor sobre su heredad en príncipe: cuando te fueres hoy de mí, hallarás a dos varones por los sepulcros de Raquel en el monte Benjamín saltando grandemente y te dirán: «Se han hallado las asnas que habéis ido a buscar; y he aquí tu padre se ha dejado de la palabra de las asnas, y desatentádose por vosotros, diciendo: «¿Qué haré por mi hijo?»
Por esto os digo, no os solicitéis de vuestra alma(i) , qué comáis o qué bebáis, ni de vuestro cuerpo qué os vistáis ¿Acaso el alma no es más que la comida y el cuerpo que el vestido?