1 Reyes 10:5 - Biblia Septuaginta al Español5 y las viandas de Salomón, y la mansión de sus niños, y el estado de sus ministros, y la vestidura de él, y los coperos de él y el holocausto de él, que ofrecía en casa del Señor; y fuera de sí salió, Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19605 asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente5 quedó atónita. También estaba asombrada por la comida que se servía en las mesas del rey, por la forma en que estaban organizados sus funcionarios y la ropa espléndida que usaban, por los coperos y por las ofrendas quemadas que ofrecía Salomón en el templo del Señor. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)5 lo que se servía en su mesa, los departamentos de sus servidores, los trajes de sus ministros, los uniformes de sus mozos, los holocaustos que ofrecía en la Casa de Yavé; se le cortó la respiración. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion5 y los manjares de su mesa, y los asientos de sus servidores, y la presentación y las vestiduras de sus siervos y coperos, y los holocaustos que él hacía elevar en la Casa de YHVH, se quedó sin aliento,° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19755 los manjares de su mesa, las habitaciones de sus cortesanos, el porte y las vestiduras de la servidumbre, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en el templo de Yahveh, se quedó sin aliento Gade chapit la |
Y vio, y he aquí vio al rey sobre su tribunal, y sobre la entrada los príncipes y las trompetas; y los príncipes alrededor del rey; y todo el pueblo de la tierra se regocijara y trompeteara con las trompetas. Y los cantantes en los órganos, cantores(f) e himnodeando prez; y rasgó Atalía su estola y gritó: «¡Conjurando, os habéis conjurado!».
Y aconteció, cuando oyeron los reyes de los amorreos, los que estaban allende el Jordán, y todos los reyes de Canaán, los a lo largo del mar, que el Señor Dios secó el río Jordán, de delante de los hijos de Israel, al pasar ellos; disolviéronse sus pensamientos, y aterráronse y no hubo en ellos alguno ante la faz de los hijos de Israel.