Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Zacarías 7:11 - Biblia Martin Nieto

11 Pero ellos no quisieron atender, volvieron la espalda y se hicieron los sordos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »Sus antepasados se negaron a escuchar este mensaje. Volvieron la espalda tercamente y se taparon los oídos para no oír.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Pero ellos no quisieron que les hablara, me volvieron la espalda y se tapaban los oídos para no escucharme;'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Pero ellos no quisieron atender, volvieron la espalda, se rebelaron, se taparon los oídos para no oír.

Gade chapit la Kopi




Zacarías 7:11
41 Referans Kwoze  

El Señor habló a Manasés y a su pueblo, pero no le escucharon.


No quisieron obedecer, olvidándose de las maravillas que tú habías realizado para ellos. Endurecieron su cabeza y se empeñaron, obstinados, en volver a Egipto, a su esclavitud. Pero tú eres un Dios pronto a perdonar, clemente y misericordioso, tardo a la ira y lleno de bondad; por eso no los abandonaste.


Pero fueron insolentes, se rebelaron contra ti y echaron tu ley a sus espaldas; mataron a tus profetas, que les exhortaban a convertirse a ti, y te ofendieron gravemente.


Les instabas a convertirse a tu ley; pero ellos, obstinados, no obedecieron a tus mandamientos y pecaron contra tus leyes, que dan la vida a quien las pone en práctica; se encogieron de hombros, endurecieron su cabeza y no quisieron obedecer.


Moisés y Aarón se presentaron al Faraón, y le dijeron: 'Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte delante de mí? Deja salir a mi pueblo para que me sirva.


Él les había dicho: ¡Es el reposo; dejad que reposen los cansados, llega la calma!


Escuchadme los de corazón indómito, los que estáis lejos de la justicia.


Embota el corazón de este pueblo, endurece su oído, ciega sus ojos, de suerte que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, ni se convierta, ni se cure.


yo os destino a la espada, y todos sucumbiréis en la matanza; porque llamé y no respondisteis, hablé y no escuchasteis, hicisteis lo que es malo a mis ojos y elegisteis lo que a mí no me agrada.


Han reincidido en las iniquidades de sus antepasados, que se negaron a escuchar mis palabras; también éstos se han ido tras dioses extraños para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá han violado mi alianza que yo había hecho con sus padres'.


Este pueblo malvado, que no quiere escuchar mi palabra, que sigue el capricho de su duro corazón y va en pos de otros dioses para servirlos y postrarse ante ellos, quedará como ese cinturón, que ya no sirve para nada.


Ellos no escucharon ni hicieron caso, sino que endurecieron su cabeza para no escuchar ni aceptar la enseñanza.


Pero si no escucháis mi mandamiento de santificar el sábado y de no transportar carga ni acarrearla por las puertas de Jerusalén en día de sábado, prenderé fuego a sus puertas y devorará, inextinguible, los palacios de Jerusalén'.


'Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Yo traeré sobre esta ciudad y sobre sus ciudades anejas todas las calamidades con las que le he amenazado por haberse endurecido negándose a escuchar mis palabras'.


Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso.


Lo castigaré a él, a su descendencia y a su servidumbre por sus crímenes, y haré venir sobre ellos y sobre los hombres de Judá todo el mal que les había anunciado sin que me escucharan'.


mientras que ahora que os lo he comunicado, no habéis querido escuchar la voz del Señor, vuestro Dios, en nada de lo que me ha mandado deciros.


'La palabra que nos has dirigido en nombre del Señor no queremos escucharla,


Escucha, pueblo necio e insensato, que tiene ojos y no ve, oídos y no oye.


¡Oh Señor!, ¿no buscan tus ojos la verdad? Tú les has herido, y no han acusado el golpe; los has aplastado, y no han querido aprender la lección. Han endurecido su frente como la roca, han rehusado convertirse.


Pero ellos no me escucharon, no me hicieron caso. Se fueron tras su propio capricho, tras la perversidad de su corazón; me dieron la espalda, y no la cara.


Pero no me escucharon ni me hicieron caso. Endurecieron su cabeza y se portaron peor que sus padres.


¿Por qué este pueblo se rebela tercamente? Se aferran al engaño y no quieren arrepentirse.


a fin de llegar hasta el corazón de la casa de Israel, que se ha alejado de mí a causa de todos sus ídolos.


Pero la casa de Israel no querrá escucharte a ti, como no quiere escucharme a mí, porque toda la casa de Israel es de cabeza dura y corazón de piedra.


Pero ella se ha rebelado contra mis leyes con más perversidad que estas naciones, y contra mis decretos más que los países que la circundan, pues han desechado mis leyes y no han procedido según mis mandamientos.


Nosotros hemos pecado, hemos cometido injusticias y delitos, nos hemos rebelado y apartado de tus mandamientos y tus preceptos.


Porque Israel se ha torcido como novilla indómita; ¿cómo los va a apacentar el Señor como a un cordero en ancha pradera?


No ha escuchado la voz, no ha aprendido la lección, no ha puesto su confianza en el Señor, no ha acudido a su Dios.


No seáis como vuestros padres, a quienes predicaron los profetas del pasado. Esto dice el Señor todopoderoso: Convertíos de vuestra mala conducta y de vuestras malas acciones. Pero no les escucharon ni me hicieron caso a mí, palabra del Señor.


Porque la mente de este pueblo está embotada, tienen tapados los oídos y los ojos cerrados, para no ver nada con sus ojos ni oír con sus oídos, ni entender con la mente ni convertirse a mí para que yo los cure.


Hombres de cabeza dura e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como fueron vuestros padres, así sois también vosotros.


Ellos, lanzando grandes gritos, se taparon los oídos y se lanzaron todos a una sobre él;


Cuidado con no escuchar al que os habla; pues si aquéllos, por no escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra no escaparon al castigo, ¡con cuánta mayor razón no escaparemos nosotros si volvemos la espalda a aquel que habla desde el cielo!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite