Salmos 73:25 - Biblia Martin Nieto

²⁵ ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, no me gusta ya la tierra.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ ¿A quién tengo en los cielos sino a ti? y fuera de ti nada más quiero en la tierra.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ ¿A quién tengo yo en los cielos? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ ¿Qué otro tengo yo en el cielo? Contigo nada ansío yo sobre la tierra.

Salmos 73:25 Referans Kwoze

Salmos 104:34

Ojalá le agrade mi poema, pues sólo en él encuentro mi alegría.

Salmos 16:11

Me enseñarás el camino de la vida, plenitud de gozo en tu presencia, alegría perpetua a tu derecha.

Salmos 16:2

Yo digo al Señor: 'Tú eres mi Señor, mi bien sólo está en ti'.

Salmos 16:5

Señor, tú eres mi copa y mi porción de herencia, tú eres quien mi suerte garantiza.

Salmos 17:15

Yo, y esto es justicia, contemplaré tu rostro, al despertarme me saciaré de tu presencia.

Salmos 37:4

busca en el Señor tus delicias, y él te dará lo que tu corazón desea.

Salmos 43:4

Yo llegaré hasta el altar de Dios, del Dios que es mi gozo y mi alegría; te alabaré al son de la cítara, Señor, Dios mío.

Salmos 63:3

Así en el santuario te contemplo para ver tu gloria y tu poder.

Salmos 89:6

Los cielos, Señor, cantan tus maravillas, y tu lealtad en la asamblea de los santos.

Mateo 10:37

'El que ama a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí, y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí,

Mateo 5:8

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Filipenses 3:8

más aún, todo lo tengo por pérdida ante el sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien he sacrificado todas las cosas, y las tengo por basura con tal de ganar a Cristo

1 Juan 3:2

Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es.

Apocalipsis 21:3

Y oí venir del trono una voz potente que decía: 'Ésta es la morada de Dios con los hombres; él habitará con ellos, ellos serán su pueblo