34 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: empieza a celebrar el Festival de las Enramadas el día quince del mes señalado, cinco días después del Día del Perdón. Este festival en honor al Señor durará siete días.
Estableció, además, una fiesta en el mes octavo, el día quince del mes, a semejanza de la que se celebraba en Judá, y él mismo subió al altar que había levantado en Betel, para ofrecer sacrificios a los becerros que había fabricado, y también en Betel nombró a los sacerdotes de las colinas que había edificado.
En aquella ocasión Salomón, y con él la inmensa comunidad de Israel venida desde la entrada de Jamat hasta el torrente de Egipto, celebraron la fiesta ante el Señor, Dios nuestro, durante siete días.
Encontraron escrito en la ley que el Señor había prescrito por medio de Moisés: 'Los israelitas deberán vivir en cabañas durante la fiesta del séptimo mes'.
Guardarás también la fiesta de la siega, de las primicias de tus trabajos, de lo que hayas sembrado en el campo. Y la fiesta de la recolección, al terminar el año, cuando recojas de los campos el fruto de tus fatigas.
El día quince del séptimo mes, con ocasión de la fiesta, hará igualmente durante aquellos siete días, tanto en lo referente a los sacrificios por el pecado como a los holocaustos, las ofrendas y el aceite.
Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /
Todos los varones deberán presentarse tres veces al año ante el Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Nadie se presentará con las manos vacías ante el Señor,
Todos éstos murieron en la fe sin haber obtenido la realización de las promesas, pero habiéndolas visto y saludado de lejos y reconociendo que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
Por la fe vino a habitar en la tierra prometida como en un país extranjero, viviendo en tiendas de campaña, con Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa.