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Lamentaciones 5:1 - Biblia Martin Nieto

1 ¡Acuérdate, Señor, de lo que nos ha sobrevenido, mira y considera nuestra afrenta!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Acuérdate, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido; Mira, y ve nuestro oprobio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Señor, recuerda lo que nos ha sucedido. ¡Mira cómo hemos sido deshonrados!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé, acuérdate de lo que nos ha pasado, mira y ve nuestra humillación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Acuérdate, oh YHVH, de lo que nos ha sobrevenido, Y mira, contempla nuestro oprobio!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Recuerda, Yahveh, lo que nos ha sucedido, mira y ve nuestro oprobio.

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Lamentaciones 5:1
26 Referans Kwoze  

Me dijeron: 'Los supervivientes del destierro que quedan allí, en la provincia, se encuentran en gran estrechez y humillación; la muralla de Jerusalén está destrozada y sus puertas destruidas por el fuego'.


Pero acuérdate de lo que dijiste a tu siervo Moisés: Si sois infieles, yo os dispersaré entre las naciones;


Sin embargo, los judíos comenzaron a decir: '¡Empiezan a flaquear las fuerzas de los cargadores; son demasiados los escombros y no vamos a poder concluir la muralla!'.


Recuerda que me amasaste como arcilla, y que al polvo me has de devolver.


Recuerda que mi vida es un soplo, que mis huesos no volverán a ver la dicha.


Mira mi miseria y sálvame, pues yo no me he olvidado de tu ley;


Recuérdalo, Señor: el enemigo ha blasfemado contra ti, un pueblo de locos ha ultrajado tu nombre.


clava a nuestros vecinos siete veces en pleno corazón el ultraje que te han hecho a ti, Señor.


Nos hemos hecho irrisión de los vecinos, escarnio y burla de cuantos nos rodean.


Sobre tus murallas, Jerusalén, he apostado centinelas, para que ni de día ni de noche se callen nunca. Vosotros, los que rendís memoria al Señor, no os concedáis reposo.


Tú lo sabes, Señor; acuérdate de mí, cuida de mí, véngame de mis perseguidores; que no muera yo por ser tú con ellos tan paciente, piensa que por tu causa soporto tanto ultraje.


Estamos avergonzados escuchando insultos; la vergüenza ha cubierto nuestros rostros, porque han entrado extranjeros en el santuario del templo del Señor.


Todo su pueblo suspira buscando pan; dan sus joyas a cambio de comida, por sustentar la vida. '¡Mira, Señor, y observa qué envilecida estoy!'.


¡Mira, Señor, en qué angustia me encuentro! Mis entrañas se estremecen, mi corazón se consume en mi interior, pues he sido muy rebelde. Fuera la espada hacía estragos, y dentro la muerte.


¡Hasta en sus ropas hay inmundicia! No pensaba en este fin; se hundió estruendosamente ¡y nadie la consuela! Mira, Señor, su aflicción, que el enemigo triunfa.


Al verte se frotan las manos todos los transeúntes; silban y menean la cabeza ante la hija de Jerusalén, diciendo: '¿Es ésta la ciudad más hermosa, la delicia de toda la tierra?'.


Mira, Señor, y considera: ¿a quién has tratado alguna vez así? ¡Ay! ¡Las madres han comido a sus vástagos, a los hijos de sus caricias! ¡Fueron asesinados en el santuario del Señor sacerdote y profeta!


Recordar mi miseria y mi angustia es hiel y veneno.


hasta que mire y vea el Señor desde los cielos.


Has oído sus insultos, Señor, todas sus maquinaciones contra mí,


¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte!


Y decía: 'Jesús, acuérdate de mí cuando vengas como rey'.


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