Lamentaciones 3:48 - Biblia Martin Nieto

⁴⁸ Arroyos de lágrimas fluyen de mis ojos por la ruina de la hija de mi pueblo.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁸ Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁸ ¡Ríos de lágrimas brotan de mis ojos por la destrucción de mi pueblo!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁸ Torrentes de agua derraman mis ojos por la ruina de la Hija de mi pueblo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁸ p Mis ojos derraman ríos de agua por la transgresión de la hija de mi pueblo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁸ Torrentes de agua derraman mis ojos por el desastre de la hija de mi pueblo.

Lamentaciones 3:48 Referans Kwoze

Salmos 119:136

ríos de lágrimas caen de mis ojos porque tu ley no se observa.

Salmos 137:1

Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión.

Jeremías 13:17

Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio.

Jeremías 14:17

Tú les dirás estas palabras: 'Mis ojos se derriten en lágrimas noche y día sin descanso, por el gran desastre que quebranta a la virgen, hija de mi pueblo, por su gravísima herida.

Jeremías 4:19

¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra.

Jeremías 9:1

¡Quién me brindara en el desierto un albergue de ambulantes! Abandonaría entonces a mi pueblo; me alejaría de él, porque son todos adúlteros, una pandilla de traidores.

Jeremías 9:18

Sí, un lamento llega de Sión: ¡Ah, en qué desastre estamos! ¡Qué vergüenza nos cubre! ¡Tener que abandonar la patria y dejar nuestra casa!

Lamentaciones 1:16

Por todo estoy llorando, se derriten en lágrimas mis ojos, porque está lejos de mí el consolador, que me devuelva la vida. Mis hijos están desolados, porque ha triunfado el enemigo.

Lamentaciones 2:11

Mis ojos están en lágrimas sumidos, mis entrañas se estremecen; mi hiel por tierra derramada, por la caída de la hija de mi pueblo, cuando desfallecían niños y lactantes en las plazas de la ciudad.

Lamentaciones 2:18

¡Grita por ti al Señor, oh virgen, hija de Sión; deja correr como un torrente tu llanto de día y de noche; no te des tregua a ti misma, ni descanse la pupila de tus ojos!