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Lamentaciones 1:14 - Biblia Martin Nieto

14 Ha uncido mis pecados sobre mí, su mano los ha entrelazado. Sobre mi cuello el yugo me quebranta las fuerzas. El Señor me ha entregado en sus manos y no puedo levantarme.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 El yugo de mis rebeliones ha sido atado por su mano; Ataduras han sido echadas sobre mi cerviz; ha debilitado mis fuerzas; Me ha entregado el Señor en manos contra las cuales no podré levantarme.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 »Él tejió sogas con mis pecados para atarme a un yugo de cautiverio. El Señor minó mis fuerzas; me entregó a mis enemigos y en sus manos soy incapaz de levantarme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Vigiló mis crímenes, los juntó y los ató; están en su mano. Su yugo pesa sobre mi cuello ha hecho flaquear mi fuerza; Yavé me ha entregado en manos que no puedo resistir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 n El yugo está atado con mis transgresiones que, entrelazadas por su mano, gravitan sobre mi cerviz y hacen tambalear mi fuerza: Adonay me ha entregado a una mano contra la cual° no puedo levantarme.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Nun. Su mano ha entretejido el pesado yugo de mis pecados: lo hace pesar sobre mi cuello, quebranta mis fuerzas. El Señor me entregó en manos de aquellos quienes yo no podía resistir.

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Lamentaciones 1:14
21 Referans Kwoze  

Sus propias injusticias cautivan al injusto, en los lazos de sus crímenes está prisionero.


destrozaré a Asiria en mi país, la pisotearé en mis montañas; así se quitará de ellos el yugo, y el peso caerá de sus hombros.


Yo, irritado contra mi pueblo, dejé profanar mi heredad, la abandoné en tus manos; pero tú no tuviste compasión; sobre el anciano cargaste tu pesado yugo.


yo mando a buscar a todas las tribus del norte -dice el Señor- y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de los contornos; las aniquilaré y las dejaré convertidas en objeto de horror, de escarnio y de oprobio perpetuo.


En los mismos términos hablé también a Sedecías, rey de Judá. Le dije: 'Ofreced vuestro cuello al yugo del rey de Babilonia; someteos a él y a su pueblo, y viviréis.


Pero antes la nación y el reino que no se someta a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no ofrezca su cuello al yugo del rey de Babilonia, serán castigados por mí con espada, hambre y peste - dice el Señor-, hasta que los ponga en sus manos.


'Vete a decir a Ananías: Esto dice el Señor: Has roto el yugo de madera, pero lo tendrás que sustituir con un yugo de hierro.


Pues esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Un yugo de hierro pongo al cuello de todas estas naciones para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y estarán sometidas a él, así como las bestias del campo, que también le he entregado'.


donde le había mandado encerrar el rey Sedecías con esta acusación: '¿Por qué andas profetizando y proclamando: Esto dice el Señor: Yo entregaré esta ciudad en manos del rey de Babilonia, quien la tomará;


y conducirá a Sedecías a Babilonia, donde estará hasta que yo me ocupe de él -dice el Señor-. Si vosotros combatís contra los caldeos, no tendréis éxito?'.


El rey Sedecías envió a sacarlo y le interrogó en secreto en su palacio: '¿Hay alguna palabra de parte del Señor?'. 'Sí', respondió Jeremías; y añadió: 'Tú serás entregado en manos del rey de Babilonia'.


Os arrastraré fuera de la ciudad, os entregaré en manos de extranjeros y ejecutaré en vosotros mi justa venganza.


Esto dice el Señor Dios: Quítate el turbante y la corona. Todo cambiará; lo humilde será exaltado y lo alto será humillado.


Pues esto dice el Señor Dios: Yo voy a entregarte en manos de aquellos que odias, en manos de aquellos de quienes te has hastiado.


por eso yo te entrego en manos de los hijos de oriente. Levantarán en ti sus campamentos, emplazarán en ti sus tiendas, comerán tus frutos y beberán tu leche.


por esto yo extiendo mi mano contra ti y te entrego como presa a las naciones. Te exterminaré de entre los pueblos y te borraré del número de las tierras. Te aniquilaré y sabrás que yo soy el Señor'.


Porque yo soy como un león para Efraín, como un leoncillo para la casa de Judá. Yo, yo mismo hago presa y me voy; me la llevo y nadie me la arranca.


Por eso dice el Señor: 'Yo también planifico una desgracia contra esta ralea, de la que no podréis librar vuestro cuello. No andaréis más con la cabeza erguida, porque será un tiempo de desgracia'.


tendrás que servir a los enemigos que el Señor mandará contra ti; sufrirás hambre, sed, falta de ropa, miseria total. Cargarán sobre tu cuello yugo de hierro hasta destruirte.


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