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Judas 1:1 - Biblia Martin Nieto

1 Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los elegidos y amados de Dios Padre y conservados para Jesucristo:

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Yo, Judas, esclavo de Jesucristo y hermano de Santiago, les escribo esta carta a todos los que han sido llamados por Dios Padre, quien los ama y los protege con el cuidado de Jesucristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Judas, servidor de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados a la fe, amados por Dios Padre y guardados en Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Judas,° un siervo de Jesús el Mesías, y hermano de Jacobo,° a los llamados, amados° en Dios Padre y guardados para Jesús el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados, amados en Dios Padre y guardados en Jesucristo:

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Judas 1:1
40 Referans Kwoze  

Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago, el de Alfeo, y Tadeo;


¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?


Andrés y Felipe; Bartolomé y Mateo; Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo y Simón el cananeo,


¿No es éste el carpintero, el hijo de María y el hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven con nosotros?'. Y se escandalizaban de él.


Judas hijo de Santiago y Judas Iscariote, el que le traicionó.


El que quiera ponerse a mi servicio, que me siga, y donde esté yo allí estará también mi servidor. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.


Judas, no el Iscariote, sino el otro, le preguntó: 'Señor, ¿cómo es que te has de manifestar a nosotros y no al mundo?'.


No me elegisteis vosotros a mí, sino yo a vosotros; y os designé para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, a fin de que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.


No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del mal.


Conságralos en la verdad: tu palabra es la verdad.


Por ellos yo me consagro a ti, para que también ellos sean consagrados en la verdad'.


Y ésta es la voluntad del que me ha enviado, que yo no pierda a ninguno de los que él me ha dado, sino que los resucite en el último día.


Y así que entraron, subieron a la estancia de arriba, donde se alojaban habitualmente. Eran Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas el de Santiago.


Y ahora os encomiendo a Dios y a su mensaje de amor, que tiene poder para construir el edificio y dar la herencia a todos los consagrados.


Esta noche un ángel del Dios al que pertenezco y a quien sirvo se me ha aparecido y me ha dicho:


Pablo, siervo de Jesucristo, apóstol por la llamada de Dios, elegido para predicar el evangelio de Dios,


entre los cuales estáis también vosotros, llamados por Jesucristo.


porque ésos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a su estómago, y con palabras dulces y agradables engañan a la gente sencilla.


Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna.


Y a los que predestinó, los llamó; y a los que llamó, los justificó; y a los que justificó, los hizo partícipes de su gloria.


a saber, nosotros, a los que él llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los paganos?


a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, llamados y consagrados, con todos los que invocan en cualquier lugar el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro;


Eso erais antes algunos; pero habéis sido lavados, consagrados y justificados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.


a fin de santificarla por medio del agua del bautismo y de la palabra,


y así os exhortábamos, os animábamos y os alentábamos a llevar una vida digna de Dios, que os llama a su reino y a su gloria.


Que el Dios de la paz os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea conservado irreprochablemente para la venida de nuestro Señor Jesucristo.


que nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no por nuestras obras, sino por pura voluntad suya y por la gracia que nos ha dado en Cristo Jesús, desde toda la eternidad,


El Señor me librará de todo mal y me dará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,


Santiago, siervo de Dios y de Jesucristo el Señor, a las doce tribus dispersas por el mundo, salud.


elegidos por designio de Dios Padre para ser santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser purificados con su sangre os deseo la gracia y la paz en abundancia


a los que el poder divino asegura mediante la fe la salvación que ha de manifestarse en los últimos tiempos.


Vosotros, por el contrario, sois linaje escogido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para anunciar las grandezas del que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa,


El Dios de toda gracia que os llamó en Cristo a su eterna gloria, él mismo os perfeccionará después de un breve padecer, os confirmará, os fortalecerá y os consolidará.


Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han alcanzado una fe no menos preciosa que la nuestra mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo.


conservaos en el amor de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.


Queridísimos, tenía un gran deseo de escribiros acerca de nuestra común salvación, y me he visto obligado a hacerlo para exhortaros a luchar por la fe, que de una vez para siempre ha sido transmitida a los creyentes.


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