Suplicó al Señor, y el Señor lo atendió, escuchó su oración y lo reintegró a su reino de Jerusalén. Manasés reconoció que el Señor era el auténtico Dios.

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Job 23:12

No me he apartado de los preceptos de sus labios, he guardado en mi pecho la palabra de su boca.

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Job 6:10

Tendría entonces al menos un consuelo, una efusión de gozo en mis males sin piedad; el no haber eludido los preceptos del santo.

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Salmos 119:11

dentro de mi corazón conservo tus órdenes para no pecar nunca contra ti.

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Proverbios 4:21

nunca se aparten de tus ojos; guárdalas en el fondo del corazón,

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Proverbios 4:4

Él me instruía diciéndome: 'Que tu corazón guarde mis palabras, observa mis preceptos y vivirás.

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Jeremías 15:16

Cuando recibía tus palabras yo las devoraba; tus palabras eran mi delicia, la alegría de mi corazón, pues tu nombre se invocaba sobre mí, oh Señor Dios omnipotente.

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Ezequiel 3:10

Me dijo también: 'Hijo de hombre, todas las palabras que yo te diga consérvalas en tu corazón, escúchalas con la mayor atención;

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Mateo 12:35

El hombre bueno, de su bondad saca buenas cosas; y el hombre malo, de su maldad saca cosas malas.

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Mateo 13:52

Y él les dijo: 'Por eso, el maestro de la ley que se ha hecho discípulo del reino de Dios es como el amo de la casa que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas'. [*]_

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