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Isaías 58:11 - Biblia Martin Nieto

11 El Señor será tu guía siempre, en los desiertos saciará tu hambre, a tus huesos infundirá vigor, y tú serás como un huerto regado, cual manantial de agua, de caudal inagotable.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El Señor los guiará continuamente; les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yavé te confortará en cada momento, en los lugares desérticos te saciará. El rejuvenecerá tus huesos y serás como huerto regado, cual manantial de agua inagotable.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 YHVH te pastoreará siempre, Y en las sequías saciará tu alma y dará vigor a tus huesos. Serás un huerto bien regado; Un manantial cuyas aguas nunca faltan,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Te guiará Yahveh continuamente y saciará en eriales tu apetito; rejuvenecerá tus huesos; y serás como jardín regado, como hontanar de aguas, cuya vena nunca falla.

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Isaías 58:11
35 Referans Kwoze  

Durante el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra del golpe de la espada.


Porque él apagó la sed de los sedientos y colmó de comida a los hambrientos.


conduce en la justicia a los humildes, enseña a los humildes su camino;


Yo quiero enseñarte, indicarte el camino que tienes que seguir, quiero darte un consejo, quiero mirar por ti.


para librarlos de la muerte y sostenerlos en tiempos de hambre.


no pasarán vergüenza en tiempos de desgracia, en los días de escasez no pasarán hambre.


admirad sus murallas, fijaos en sus palacios, para contar a las generaciones venideras


con tus consejos me diriges y me llevas hacia un final glorioso.


Al pasar por el valle de las balsameras, lo convertirán en manantiales, y las lluvias otoñales lo llenarán de bendiciones.


plantado en la casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios.


La persona benéfica prosperará, y el que largamente da largamente recibirá.


Desea el perezoso, pero en vano; el deseo de los diligentes será saciado.


El hombre envidioso suscita querellas, el que confía en el Señor prosperará.


esto será medicina para tu carne y refrigerio para tus huesos.


Yo soy una fuente de jardines, manantial de aguas vivas, arroyos que del Líbano fluyen.


Yo, el Señor, soy su guardián; en todo instante la riego para que no caiga su follaje; de día y de noche la guardo.


ése morará en lugar excelso, ciudadela escarpada será su refugio, tendrá pan y no le faltará agua.


Los humillados y los pobres buscan agua y no la hay; su lengua de sed está reseca. Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.


Brotarán como la hierba entre agua, como los álamos junto a las corrientes.


No padecerán hambre ni sed, no les alcanzará ni el viento árido ni el sol, porque el que se apiada de ellos los guiará y los conducirá a manantiales de agua.


Yo he visto sus caminos, pero le curaré y le aliviaré; le colmaré de consuelos a él y a los que lloran;


Pues como la tierra echa sus brotes, como un huerto hace brotar lo sembrado, así el Señor Dios hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.


Cuando veáis esto, vuestro corazón se alegrará y vuestros huesos reverdecerán como la hierba. Sí, la mano del Señor se dará a conocer a sus siervos y su cólera a sus enemigos.


Es como un árbol plantado junto al agua, que alarga hacia la corriente sus raíces; nada teme cuando llega el calor; su follaje se mantiene verde; en año de sequía no se preocupa, ni deja de producir sus frutos.


Y vendrán cantando de alegría a la altura de Sión, volverán a gozar de los bienes del Señor: el trigo, el vino y el aceite, las ovejas y los bueyes. Su alma será un huerto bien regado y no volverán ya a languidecer.


Entonces se dirá: La tierra que estaba hasta ahora devastada se ha convertido como en un jardín de Edén, y las ciudades arruinadas, demolidas y destruidas son de nuevo fortalezas habitadas.


Yo en el desierto te cuidé, en la tierra de la sequedad.


Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras.


pero el que beba del agua que yo le dé no tendrá sed jamás; más aún, el agua que yo le daré será en él manantial que salta hasta la vida eterna'.


el que cree en mí que beba. Lo dice la Escritura: De sus entrañas brotarán ríos de agua viva'.


Así no habrá pobres junto a ti, pues el Señor te dará la bendición en la tierra que te da en herencia,


Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo me encaminen felizmente hacia vosotros.


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