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Isaías 49:23 - Biblia Martin Nieto

23 Reyes tendrán por ayos y princesas por nodrizas; rostro en tierra se prosternarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Y sabrás que yo soy el Señor, que los que en mí esperan jamás son defraudados.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Reyes y reinas te servirán y atenderán a todas tus necesidades. Se inclinarán hasta el suelo ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Entonces sabrás que yo soy el Señor. Los que confían en mí nunca serán avergonzados».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Los reyes serán tus padres adoptivos y sus princesas tus niñeras. Se agacharán delante de ti hasta tocar el suelo y besarán el polvo de tus pies. Entonces tú sabrás que Yo soy Yavé; y que nunca defraudo a los que esperan en mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Sus reyes serán tus ayos, sus princesas, tus nodrizas; Rostro en tierra te darán homenaje, lamerán el polvo de tus pies, Y sabrás que Yo soy YHVH, Y que los que esperan en mí No serán avergonzados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Reyes serán tus ayos y sus princesas tus nodrizas; rostro en tierra te adorarán y lamerán el polvo de tus pies, para que sepas que yo soy Yahveh y que no se avergüenzan quienes confían en mí'.

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Isaías 49:23
45 Referans Kwoze  

Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga'.


Cuando José entró en la casa, le ofrecieron el regalo que tenían consigo y se postraron en tierra.


Que te den gracias, Señor, todos los reyes de la tierra, cuando escuchen las palabras de tu boca;


No queda defraudado el que en ti espera, que lo quede el que traiciona sin motivo.


La muerte del criminal será horrorosa, los que odian al justo tendrán su castigo.


Amenaza a la bestia de los cañaverales, a la manada de toros dominadores de los pueblos; que vengan a rendirse con lingotes de plata; dispersa a las naciones que se complacen en la guerra.


Oh Dios, tú sabes mi locura, no se te ocultan mis delitos;


Yo os haré mi pueblo, seré vuestro Dios y vosotros conoceréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os libró de la esclavitud egipcia.


Pues el Señor se compadecerá de Jacob, elegirá otra vez a Israel y los restablecerá en su país. El extranjero seguirá también sus pasos y se unirá a la casa de Jacob.


Los pueblos los acogerán y los harán llegar a su patria, y la casa de Israel los tomará como esclavos y esclavas en la tierra del Señor. Harán cautivos a los que les habían hecho cautivos a ellos, y dominarán a sus opresores.


Aquel día se dirá: Éste es nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve; éste es el Señor, en quien esperamos. Alegrémonos, gocémonos, porque nos ha salvado.


Sí, en el camino de tus juicios esperamos en ti, Señor; tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma.


Por eso, esto dice el Señor, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abrahán: Ya nunca volverá Jacob a avergonzarse, ni palidecerá más su rostro;


para que vean y sepan, consideren y conozcan todos que esto lo ha hecho la mano del Señor y lo ha creado el Santo de Israel.


Vosotros sois mis testigos -dice el Señor- y mis siervos, a quienes yo he elegido, para que me conozcáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo; antes de mí no existió ningún dios, y ningún otro existirá después.


Esto dice el Señor: Las riquezas de Egipto y las ganancias de Etiopía y los sabeos, de elevada estatura, pasarán a ti y serán tuyos, te seguirán encadenados, ante ti se postrarán y te suplicarán: Sólo en ti se encuentra Dios; no hay nadie más, no hay otro dios.


Israel ha sido salvado por el Señor, salvado para siempre; no seréis avergonzados ni humillados por los siglos de los siglos.


Esto dice el Señor, el redentor, el Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las gentes, al esclavo de los tiranos: Los reyes, al verte, se levantarán, los príncipes se inclinarán por causa del Señor, que es leal, del Santo de Israel, que te ha elegido.


El Señor Dios viene en mi ayuda; por eso soporto la ignominia, por eso he hecho mi rostro como pedernal y sé que no quedaré defraudado.


muchos pueblos se llenarán de asombro; a su vista los reyes cerrarán la boca, porque verán un suceso no contado jamás y contemplarán algo inaudito.


Por eso mi pueblo va a conocer mi nombre, y aquel día sabrá que soy yo quien dice: ¡Aquí estoy!'.


Encorvados vendrán a ti los hijos de tus opresores, a tus pies se prosternarán todos los que te ultrajan y te llamarán: Ciudad del Señor, Sión del Santo de Israel.


Y mamarás la leche de los pueblos, las riquezas de los reyes chuparás; y sabrás que yo, el Señor, soy tu salvador, tu libertador, el fuerte de Jacob.


Las naciones caminarán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu aurora.


Verán tu justicia las naciones y todos los reyes tu gloria. Se te llamará con un nombre nuevo, acuñado por la boca del Señor.


Tú sales a recibir a los que practican la justicia y tienen en la mente tus caminos. Te has irritado, sí, porque pecamos; contra ti, desde antiguo, hemos sido rebeldes.


Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os echaré encima la piel y os infundiré el espíritu y viviréis, y sabréis que yo soy el Señor'.


Sabréis que en medio de Israel estoy yo; que yo, el Señor, soy vuestro Dios y no hay otro. Nunca más mi pueblo será cubierto de vergüenza.


Lamerán el polvo como la serpiente, como los reptiles de la tierra. Saldrán de sus guaridas aterrados, avanzarán temblando hacia el Señor, Dios nuestro, y tendrán miedo de ti.


¿Acaso lo he concebido yo o lo he dado a luz para que me digas: Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza al niño a quien da de mamar, hasta la tierra que juraste dar a sus padres?


El que había recibido cinco se puso en seguida a trabajar con ellos y ganó otros cinco.


Pues dice la Escritura: Todo el que cree en él, no será defraudado.


y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.


como dice la Escritura: Mirad, yo pongo en Sión una piedra de tropiezo, una roca que os puede hacer caer; pero el que crea en ella no quedará defraudado.


pues dice la Escritura: Yo pongo en Sión una piedra angular, escogida, preciosa; el que crea en ella no será defraudado.


Pongo en tus manos a los de la sinagoga de Satanás, que se dicen judíos sin serlo, los mentirosos; les haré venir a postrarse a tus pies para que sepan que te amo.


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