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Isaías 49:18 - Biblia Martin Nieto

18 Alza en torno tus ojos y mira; todos se reúnen para venir a ti. Por mi vida -dice el Señor- que todos ellos serán joyas de tu adorno y los ceñirás como una novia.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Alza tus ojos alrededor, y mira: todos estos se han reunido, han venido a ti. Vivo yo, dice Jehová, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Mira a tu alrededor y observa, porque todos tus hijos volverán a ti. Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—, ellos serán como joyas o adornos de novia para que tú los exhibas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Levanta tus ojos y mira en tu derredor: todos se juntan y vuelven a ti. Por mi vida, dice Yavé, que todos ellos serán como tu traje de gala y los lucirás como una novia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Alza tus ojos en torno, y mira: Todos ellos se reúnen para venir a ti. ¡Vivo Yo, dice YHVH, A todos los llevarás como vestido precioso, Con ellos te adornarás como novia!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Alza en torno tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. ¡Vivo yo -oráculo de Yahveh-, que a todos ellos te los vestirás, como adorno, te ceñirás con ellos como una novia!

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Isaías 49:18
26 Referans Kwoze  

El Señor dijo a Abrán después que Lot se había separado de él: 'Alza tus ojos y desde el lugar donde estás mira al norte y al sur, al este y al oeste.


y le dijo: 'Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único,


La corona de los ancianos son sus nietos, la gloria de los hijos son sus padres.


Por mí mismo lo juro; de mi boca sale la verdad, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, toda lengua jurará por mí,


Unos vienen de lejos, otros del norte y del oeste, otros del país de Asuán.


Esto dice el Señor Dios: Yo alzaré mi mano hacia las naciones, y hacia los pueblos levantaré mi enseña; ellos traerán a tus hijos en el regazo y llevarán a hombros a tus hijas.


Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; ponte tus vestidos más espléndidos, Jerusalén, ciudad santa. Pues ya no volverá a entrar en ti el incircunciso ni el impuro.


Sólo por un momento te había abandonado, pero con inmensa piedad te recojo de nuevo.


Me pasa como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé no volverían a anegar la tierra: así ahora juro no irritarme más contra ti, no volverte a amenazar.


Yo salto de gozo con el Señor, mi alma se entusiasma con mi Dios, porque me ha puesto los vestidos de la salvación, me ha envuelto en el manto de la justicia, como un recién casado se ciñe la diadema o una novia se adorna con sus joyas.


Y traerán de todos los pueblos, como ofrenda al Señor, a todos vuestros hermanos -a caballo, en carros, en literas, a lomos de mulos o de dromedarios- a mi santo monte, Jerusalén -dice el Señor-, de igual modo que los israelitas traen la ofrenda en vasos puros al templo del Señor.


¿Puede una joven olvidarse de sus joyas, una novia de su cinturón? Pues mi pueblo me ha olvidado a mí hace ya mucho tiempo.


Yo los traigo de la tierra del norte y los congrego de los extremos de la tierra; están todos: el cojo y el ciego, la embarazada y la parturienta, una gran multitud que vuelve aquí.


Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará a los dioses o los deportará; espulgará el país de Egipto como un pastor espulga su capa; y luego se marchará sano y salvo.


Diles: Por mi vida, dice el Señor Dios, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que se convierta de su conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestros perversos caminos. ¿Por qué queréis morir, oh casa de Israel?


pero ¡por mi vida y por mi gloria, que llena toda la tierra!,


¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la siega? Pues yo os digo: Alzad los ojos y ved los campos ya dorados para la siega.


Y vi a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo del lado de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo.


Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.


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