Isaías 40:31 - Biblia Martin Nieto

³¹ pero los que esperan al Señor renuevan sus fuerzas, remontan el vuelo como águilas, corren sin fatigarse y caminan sin cansarse.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³¹ pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³¹ En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³¹ los que en El confían recuperan fuerzas, y les crecen alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse. Ciro, libertador de Israel

La Biblia Textual 3a Edicion

³¹ Pero los que esperan en YHVH tienen nuevas fuerzas, Remontan vuelo como las águilas, Corren y no se fatigan, andan y no se cansan.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³¹ pero los que esperan en Yahveh cobrarán nueva fuerza, les crecerán las alas como a las águilas, correrán y no se fatigarán, andarán y no se cansarán.

Isaías 40:31 Referans Kwoze

Job 17:9

Pero el justo se asegura en su camino, y el de manos limpias su ánimo redobla.

Salmos 103:5

él sacia de bienes tu existencia y te rejuvenece como el águila.

Salmos 123:2

Como están los ojos del esclavo fijos en su señor, como están los ojos de la esclava fijos en su señora, así están nuestros ojos fijos en el Señor, nuestro Dios, hasta que se compadezca de nosotros.

Salmos 138:3

El día que te llamé, tú me respondiste y me diste valor.

Salmos 20:9

ellos vacilarán, caerán, y nosotros en pie nos mantendremos.

Salmos 25:21

La integridad y la rectitud me guardarán, pues en ti, Señor, he puesto mi esperanza.

Salmos 25:3

No queda defraudado el que en ti espera, que lo quede el que traiciona sin motivo.

Salmos 25:5

guíame en tu verdad, enséñame; tú eres mi Dios y mi salvador, yo siempre espero en ti.

Salmos 37:34

Confía en el Señor y sigue su camino; él te ensalzará y te hará heredar la tierra, y tú verás la ruina de los malvados.

Salmos 40:1

Al maestro de coro. Salmo de David

Salmos 84:7

Al pasar por el valle de las balsameras, lo convertirán en manantiales, y las lluvias otoñales lo llenarán de bendiciones.

Salmos 84:8

Marcharán con ánimo creciente, verán al Dios de los dioses en Sión.

Salmos 92:1

Salmo. Cántico para el sábado

Salmos 92:13

El justo florecerá como palmera, crecerá como cedro del Líbano;

Éxodo 19:4

Habéis visto cómo he tratado a los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído hasta mí.

Proverbios 30:19

el sendero del águila en los cielos, el sendero de la serpiente sobre la roca, el sendero del navío en alta mar, el sendero del hombre en la doncella.

Cantares 8:5

¿Quién es ésta que sube del desierto apoyada en su amor? Él: Te he despertado debajo del manzano, allí donde te concibió tu madre, allí donde te concibió la que te dio a luz. Ella:

Isaías 25:9

Aquel día se dirá: Éste es nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve; éste es el Señor, en quien esperamos. Alegrémonos, gocémonos, porque nos ha salvado.

Isaías 30:15

Pues esto dice el Señor Dios, el Santo de Israel: En la conversión y la calma está vuestra salvación, en la mesura y la confianza se encuentra vuestra fuerza. Mas no lo habéis querido,

Isaías 30:18

Pero el Señor espera la hora de otorgaros su gracia; por eso se levanta para apiadarse de vosotros, porque el Señor es un Dios de justicia; felices los que en él esperan.

Isaías 41:1

Islas, guardad silencio ante mí; renovad, pueblos, vuestras fuerzas. Adelantaos para hablar, comparezcamos juntos en juicio.

Isaías 64:4

Tú sales a recibir a los que practican la justicia y tienen en la mente tus caminos. Te has irritado, sí, porque pecamos; contra ti, desde antiguo, hemos sido rebeldes.

Isaías 8:17

Con ansia espero en el Señor, que ha ocultado su rostro a la casa de Jacob; en él confío.

Jeremías 48:15

El devastador de Moab avanza contra sus ciudadelas; la flor de su juventud va a bajar al matadero, dice el rey, cuyo nombre es 'el Señor omnipotente'.

Zacarías 10:12

Pondrán su fuerza en el Señor y marcharán seguros en su nombre, dice el Señor.

Lucas 18:1

Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás, les dijo esta parábola:

Romanos 8:25

Si esperamos lo que no vemos, debemos esperarlo con paciencia.

2 Corintios 4:1

Por eso, teniendo este ministerio por la misericordia de Dios, no nos desanimamos.

2 Corintios 4:16

Por esto no desfallecemos, pues aunque nuestro hombre exterior vaya perdiendo, nuestro hombre interior se renueva de día en día.

Gálatas 6:9

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos.

Deuteronomio 32:11

Como el águila, que incita a su nidada / revoloteando sobre sus polluelos, / así desplegó él sus alas y los tomó, / los llevó sobre sus plumas.

Deuteronomio 33:25

¡De hierro y bronce / sean tus cerrojos, / y la seguridad te acompañe / toda la vida!

1 Tesalonicenses 1:10

con la esperanza de que su Hijo Jesús, al que él resucitó de entre los muertos, vuelva del cielo y nos libre del desastre inminente.

Hebreos 12:1

Precisamente por eso también nosotros, envueltos como estamos en una gran nube de testigos, debemos liberarnos de todo aquello que es un peso para nosotros y del pecado, que fácilmente nos seduce, y correr con perseverancia en la prueba que se nos propone,

Hebreos 12:3

Pensad, pues, continuamente en aquel que soportó tan grande contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcáis perdiendo el ánimo.

Josué 14:11

Estoy tan fuerte hoy como el día en que me confió Moisés esta misión; tengo el mismo vigor que entonces para luchar, para ir y venir.

Apocalipsis 12:14

Pero dieron a la mujer dos alas de águila real para volar al desierto, el lugar donde es alimentada por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo lejos de la vista de la serpiente.

Apocalipsis 2:3

que eres constante y que has sufrido por mi nombre sin desfallecer.

Apocalipsis 4:7

El primero era parecido a un león, el segundo, a un toro; el tercero

Jueces 16:28

Entonces Sansón invocó al Señor así: 'Señor, Señor, te lo suplico, acuérdate de mí. Dame las fuerzas tan sólo una vez más, y de un solo golpe me vengaré de todos los filisteos por la pérdida de mis ojos'.