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Isaías 30:30 - Biblia Martin Nieto

30 El Señor dejará oír su voz majestuosa y manifestará su brazo amenazador, en el ardor de su ira, en la llama de un fuego devorador, en una tempestad de lluvia y de granizo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

30 Y Jehová hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Y el Señor hará oír su majestuosa voz y demostrará la fuerza de su brazo poderoso. Descenderá con llamas consumidoras, con aguaceros, con tormentas eléctricas y enormes granizos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Yavé hará oír su voz majestuosa y descargará su ardiente cólera, en medio de relámpagos que queman y de una tempestad de lluvia y granizo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y YHVH hará oír la majestad de su voz, Y mostrará su brazo que descarga con indignación su ira, Con llamas de fuego devorador, Con turbión y tempestad y granizo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Yahveh hará oír la majestad de su voz, y él hará ver el desplome de su brazo con furia de ira y llama de fuego devorador, chubasco y aguacero y piedra de granizo.

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Isaías 30:30
50 Referans Kwoze  

¿Has llegado hasta los depósitos de nieve? ¿Has visitado las reservas de granizo


que yo guardo para el tiempo de desgracia, para los días de guerra y de combate?


¿Tienes un brazo tú como el de Dios? ¿Puedes tronar con voz como la suya?


Luego les habla enfurecido, y con su ira los llena de terror:


Dios está en medio de ella, no vacilará: Dios la socorrerá al despuntar la aurora.


Temblor y espanto les asaltan; por la fuerza de tu brazo enmudecen como piedra. Hasta que tu pueblo, oh Señor, haya pasado; hasta que haya pasado este pueblo que adquiriste.


Moisés extendió su bastón hacia el cielo, y el Señor mandó truenos y granizo con fuego, que se precipitaba sobre la tierra; el Señor hizo caer granizo sobre Egipto.


Cayeron rayos y granizo con tanta fuerza como Egipto no había visto jamás desde que se constituyó en nación.


Por eso el Señor Dios omnipotente enviará flaqueza a sus guerreros, y bajo su ejército potente encenderá un fuego lo mismo que un incendio.


El Señor todopoderoso blandirá contra él el azote, como cuando hirió a Madián en la roca de Horeb; y alzará su bastón sobre el mar, como otras veces sobre Egipto.


¡Ay de Asiria, vara de mi cólera, bastón que blande mi furor!


He aquí que el Señor envía a alguien fuerte, poderoso, como violenta granizada, como funesta tempestad, como aguacero impetuoso, arrasador, y los derribará en tierra con violencia.


serás visitado por el Señor todopoderoso, con truenos, terremotos, gran estruendo, con huracán, tempestad y fuego devorador.


Vosotros entonces entonaréis cantares como en una noche de fiesta, con la alegría en el corazón, como la del que anda al son de la flauta camino del monte del Señor, de la roca de Israel.


Pues a la voz del Señor, Asiria será quebrada, golpeada por la vara;


Esto me ha dicho el Señor: Como el león o el cachorro ruge sobre su presa, y al acosarle el tropel de los pastores no se asusta de sus gritos ni se acobarda por su número, así el Señor todopoderoso bajará a pelear en el monte Sión y en su colina.


(Como granizo, el bosque se derrumbará, y la ciudad se hundirá totalmente).


Se estremecen en Sión los pecadores, el terror invade a los criminales. ¿Quién de nosotros podrá resistir ante el fuego abrasador; quién resistirá estas llamas eternas?


y cabaña, para dar sombra de día contra el calor, y refugio y amparo contra la tempestad y la lluvia.


¡Despierta, despierta; vístete de fuerza, brazo del Señor; despierta como antaño en los días de las generaciones antiguas! ¿No eres tú el que partió en dos a Rahab y traspasó al dragón?


El Señor desnuda su brazo santo ante los ojos de todos los pueblos, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.


El Señor lo ha jurado por su diestra, por su potente brazo: No daré más tu grano como alimento a tus enemigos, ni extranjeros beberán más tu vino por el que te afanaste,


Pues el Señor viene entre fuego, sus carros como torbellino, para desfogar su cólera en incendio y sus amenazas en ardientes llamas.


Porque el Señor va a juzgar con fuego y con espada a todos los mortales. Muchas serán las víctimas del Señor.


Esto dice el Señor omnipotente: La desgracia va pasando de pueblo en pueblo, y una enorme tempestad se desencadena hasta los confines de la tierra.


El rumor de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior, semejante a la voz del todopoderoso cuando habla.


Por tanto, esto dice el Señor Dios: En mi cólera desencadenaré un viento impetuoso, lluvia a torrentes caerá en mi furor, granizos sin cuento en el ardor de la destrucción.


Como un estrépito de carros que saltan sobre las cimas de los montes, como el crujir de la llama que devora el rastrojo: un pueblo poderoso puesto en orden de batalla.


prenderé fuego a los muros de Rabbá y devorará sus palacios entre el clamor de un día de batalla y el torbellino de un día de huracán.


Bajo sus pasos los montes se derriten, se disuelven los valles como la cera al fuego, como aguas precipitadas en una pendiente.


Se levantarán pueblos contra pueblos y reinos contra reinos; habrá hambre y terremotos en diversos lugares.


Ha desplegado la fuerza de su brazo, / ha destruido los planes de los soberbios, /


entre llamas de fuego, para tomar venganza de los que no conocen a Dios y no obedecen al evangelio de Jesús, nuestro Señor.


El Señor los dispersó ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón; los persiguió en dirección de la bajada de Bejorón y los derrotó hasta Azeca y hasta Maqueda.


Cuando huían ante Israel en la pendiente de Bejorón, el Señor hizo caer del cielo sobre ellos un pedrisco terrible hasta Azeca, y murieron más por las piedras de granizo que por la espada de los israelitas.


sus pies, como el bronce fundido a fuego; su voz, como el rumor de aguas caudalosas;


Entonces se abrió el templo de Dios, el que está en el cielo, se vio en su templo el arca de su alianza en medio de rayos, voces, truenos, terremotos y fuerte granizada.


Mientras Samuel ofrecía el holocausto, los filisteos entablaron el combate contra Israel; pero aquel día el Señor tronó con gran aparato contra los filisteos, se apoderó el pánico de ellos y fueron derrotados por Israel.


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