Hechos 25:23 - Biblia Martin Nieto

²³ Así pues, al día siguiente Agripa y Berenice llegaron con gran pompa y entraron en la audiencia con los jefes militares y las autoridades de la ciudad. Festo mandó que trajeran a Pablo.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²³ Al otro día, viniendo Agripa y Berenice con mucha pompa, y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo fue traído Pablo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²³ Así que, al día siguiente, Agripa y Berenice llegaron al auditorio con gran pompa, acompañados por oficiales militares y hombres prominentes de la ciudad. Festo dio órdenes de que trajeran a Pablo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²³ Al día siguiente llegaron Agripa y Berenice con gran pompa y entraron en la sala de la audiencia acompañados por los jefes militares y las autoridades de la ciudad. Festo ordenó que trajeran a Pablo

La Biblia Textual 3a Edicion

²³ Al día siguiente pues, llegaron Agripa y Berenice con mucha pompa, y después de entrar al salón de audiencia con los tribunos y los hombres prominentes° de la ciudad, Festo ordenó que fuera traído Pablo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²³ Y, en efecto, al día siguiente se presentaron Agripa y Berenice con gran pompa, entraron en la sala de audiencias con los tribunos y las personalidades importantes de la ciudad y, a una orden de Festo, compareció Pablo.

Hechos 25:23 Referans Kwoze

Ester 1:4

Quería, con esto, poner de manifiesto durante muchos días, ciento ochenta exactamente, la riqueza y gloria de su imperio, el fasto y esplendor de su magnificencia.

Eclesiastés 1:2

Vanidad de vanidades, dice Qohélet. Vanidad de vanidades; todo es vanidad.

Isaías 14:11

Tu esplendor ha caído en el abismo con el susurro de tus arpas. La gusanera te hace cama y te cubren los gusanos.

Isaías 5:14

Por eso el abismo ha ensanchado sus fauces, ha abierto su boca sin medida; ¡baja allá la grandeza (de Sión) y su turba bulliciosa y alegre!

Ezequiel 30:18

En Tafnis se oscurecerá el día, cuando yo despedace allí el cetro de Egipto y se acabe el orgullo de su fuerza. Un nubarrón la cubrirá y sus hijas irán al destierro.

Ezequiel 32:12

Abatiré a tu población innumerable por la espada de guerreros, todos ellos los más feroces de los pueblos; aniquilarán el orgullo de Egipto y será exterminada toda su población.

Ezequiel 33:28

Reduciré la tierra a una soledad desolada y cesará el orgullo de su fuerza. Los montes de Israel serán devastados, sin que haya quien por allí pase.

Ezequiel 7:24

Yo haré venir a los pueblos más feroces, que se apoderarán de sus casas. Humillaré la soberbia de los poderosos y sus santuarios serán profanados.

Daniel 4:30

La sentencia contra Nabucodonosor se ejecutó inmediatamente: fue expulsado de la sociedad humana, comenzó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo fue bañado por el rocío del cielo hasta que sus cabellos llegaron a crecerle como las plumas del águila y las uñas como las de las aves.

Marcos 6:21

Y llegó el día oportuno. Herodes ofrecía un banquete en su cumpleaños a los magnates, a los tribunos y a los grandes personajes de Galilea.

Hechos 12:21

El día señalado, Herodes, vestido con atavíos reales y sentado en el tribunal, los arengó.

Hechos 25:13

Unos días después, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo.

Hechos 26:30

El rey, el gobernador, Berenice y todos los sentados se levantaron,

Hechos 9:15

El Señor le dijo: 'Anda, que éste es un instrumento que he elegido yo para llevar mi nombre a los paganos, a los reyes y a los israelitas.

1 Corintios 7:31

los que gozan del mundo, como si no disfrutasen; porque este mundo que contemplamos está para acabar.

Santiago 1:11

El sol ardiente se levanta y seca el heno, se marchita la flor y desaparece su belleza; así se marchitará el rico en sus empresas;

1 Pedro 1:24

pues: Todo mortal es hierba toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, la flor se marchita,

1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo.