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Ezequiel 9:8 - Biblia Martin Nieto

8 Mientras ellos hacían estragos, quedé yo solo, me arrojé rostro en tierra y grité: '¡Señor Dios! ¿Vas a exterminar a todo el resto de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalén?'.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Mientras mataban a la gente, yo me quedé solo. Caí con el rostro en tierra y clamé: —¡Oh Señor Soberano! ¿Acaso tu furia contra Jerusalén destruirá a todos los que queden en Israel?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Mientras mataban de esa manera, me postré con el rostro en tierra, gritando y diciéndole. '¡Ay, Yavé, ¿vas a esparcir tu furor por Jerusalén y destruir lo que queda de Israel?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y aconteció, mientras ellos iban matando (yo quedé solo), que me postré sobre mi rostro, y clamé diciendo: ¡Ah, Adonay YHVH! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel, derramando tu ardiente indignación sobre Jerusalem?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Mientras ellos seguían matando, yo me quedé solo. Caí entonces de bruces y gritando dije: '¡Ay, Señor Yahveh! ¿Vas a exterminar todo lo que queda de Israel, volcando tu furor sobre Jerusalén?'.

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Ezequiel 9:8
16 Referans Kwoze  

Se le acercó y le dijo: '¿Vas a destruir al justo juntamente con el pecador?


David levantó los ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con la espada desenvainada en su mano y vuelta hacia Jerusalén. El rey y los ancianos, vestidos de saco, cayeron con sus rostros en tierra,


A la hora del sacrificio de la tarde salí de mi abatimiento y, con los vestidos y el manto rasgados, me postré de rodillas, extendí mis manos hacia el Señor, mi Dios,


Yo exclamé: '¡Ah, Señor Dios! Mira que los profetas les dicen: No veréis la espada ni sufriréis hambre, sino que os daré una paz segura en este lugar'.


¿Has desechado del todo a Judá, sientes náuseas de Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de remedio? ¡Esperábamos paz, y nada bueno llega; el tiempo de curación, y he aquí el espanto!


Y dirán: '¡Ah, Señor Dios, cómo has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciéndole: Tendréis paz, cuando la espada se ha clavado hasta el alma!'.


Apenas había profetizado, cuando Pelatías, hijo de Banayas, cayó muerto. Entonces yo me arrojé rostro en tierra y grité con voz fuerte: '¡Señor Dios! ¿Vas a exterminar el resto de Israel?'.


'¡Ah, Señor Dios - exclamé yo-, mira que yo no me he manchado jamás, no he comido desde mi adolescencia hasta ahora bestia muerta ni despezada, ni jamás carne inmunda entró en mi boca!'.


Dentro de poco derramaré mi furor sobre ti, y sobre ti desencadenaré mi ira. Te juzgaré según tus obras y te pediré cuentas de todas tus nefastas acciones.


Moisés y Aarón se postraron en tierra delante de toda la comunidad israelita.


Cuando Moisés oyó esto, se postró rostro en tierra.


Me postré luego en presencia del Señor. Como la primera vez, estuve durante cuarenta días sin comer ni beber por causa del pecado que vosotros habíais cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor hasta el punto de irritarle;


Josué rasgó sus vestiduras y se postró rostro en tierra delante del arca del Señor hasta la tarde, y con él los ancianos de Israel; todos se echaron polvo sobre sus cabezas.


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