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Ezequiel 9:10 - Biblia Martin Nieto

10 Pues yo tampoco tendré piedad y compasión de ellos. Les pido cuenta de sus obras'.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Así, pues, haré yo; mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; haré recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Por eso no les perdonaré la vida ni les tendré compasión. Les daré todo su merecido por lo que han hecho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Por eso, yo tampoco los perdonaré, mi ojo no tendrá piedad. Haré que su comportamiento recaiga sobre su cabeza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Así también haré Yo: Mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia, sino que haré recaer sus caminos sobre sus propias cabezas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Pues bien, en cuanto a mí, tampoco yo me apiadaré ni tendré compasión; hago recaer su conducta sobre su cabeza'.

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Ezequiel 9:10
25 Referans Kwoze  

escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos, condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza, y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia.


escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos; condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia.


Sus arcos abatirán a los jóvenes y no se apiadarán del fruto de las entrañas; su ojo no tendrá compasión de los niños.


He aquí lo que delante de mí tengo escrito: No he de callar hasta no haber pedido cuentas


Sus adversarios prevalecen, sus enemigos son felices; porque el Señor la ha afligido por sus muchos pecados; sus niños han marchado al destierro delante del perseguidor.


Pero a aquellos cuyo corazón va tras los ídolos y todas sus horribles prácticas, yo haré recaer su conducta sobre su cabeza', dice el Señor Dios.


Porque no te has acordado del tiempo de tu juventud y me has provocado la ira con todas estas cosas, yo también haré recaer tu conducta sobre tu cabeza, dice el Señor Dios. Pues, ¿no has cometido un crimen horrible con todas tus prácticas detestables?


Por tanto, esto dice el Señor Dios: Le juro que el juramento mío que ha menospreciado, mi pacto que ha roto haré que recaiga sobre su cabeza.


Por eso he desencadenado mi furor sobre ellos, los he exterminado con el fuego de mi cólera y he hecho caer su proceder sobre su cabeza', dice el Señor Dios.


Haré recaer sobre vosotros vuestra infamia, cargaréis con los pecados de vuestra idolatría y sabréis que yo soy el Señor Dios'.


Yo, el Señor, lo digo y lo hago; así sucederá; no me retraeré, no tendré piedad ni compasión. Te juzgaré según mi conducta y tus obras', declara el Señor Dios.


Esta visión era como la que había visto cuando vine para la destrucción de la ciudad y como la visión que tuve junto al río Quebar. Yo caí de bruces en el suelo,


Te lo juro, dice el Señor Dios: Tú has profanado mi santuario con tus ídolos y tus monstruosidades, pero también yo caeré sin misericordia y sin piedad.


Ya llega tu fin, porque yo desencadeno mi ira contra ti. Te juzgaré según tus obras y te pediré cuenta de todas tus horribles acciones.


No sentiré por ti piedad ni tendré compasión, sino que te juzgaré responsable de tu proceder, porque tus nefastas acciones son manifiestas en medio de ti, y sabréis que yo soy el Señor.


¡Pues yo también obraré con furor! No tendré piedad con ellos, ni compasión. Lanzarán gritos a mis oídos, pero no los escucharé'.


En aquel momento el hombre vestido de lino, que llevaba la cartera a la cintura, hizo su relación: 'He hecho conforme me mandaste'.


Y pude oír lo que les dijo: 'Recorred la ciudad detrás de él y herid. No se compadezcan vuestros ojos ni tengáis piedad.


Ha llegado la hora del castigo, ha llegado la hora de la paga merecida; que lo sea Israel: el profeta es un necio, un loco el hombre inspirado, por tu gran crimen, por tu gran rebelión.


El sol se cambiará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y glorioso.


Pues no volveré yo a tener compasión de los habitantes de la tierra, palabra del Señor. Voy a entregar a cada hombre en manos de su prójimo y en manos de su rey. Ellos devastarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos.


cuando afile mi espada fulgurante / y empiece a hacer justicia, / tomaré venganza de mis enemigos / y daré su merecido a los que me odian.


Porque conocemos a aquel que ha dicho: A mí la venganza, yo daré a cada cual lo que merezca.


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