Ezequiel 28:5 - Biblia Martin Nieto

⁵ por tu gran habilidad en el comercio has aumentado tus riquezas, y tu corazón se ha engreído por tu opulencia.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Sí, tu sabiduría te hizo muy rico, y tus riquezas, muy orgulloso.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Gracias a tu inteligencia, gracias a tus negocios, ha aumentado tu riqueza y te ha crecido el orgullo en la misma medida que tu riqueza.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Con tu gran conocimiento multiplicaste tus riquezas con tus contrataciones, Y a causa de tus riquezas se enalteció tu corazón.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ por tu gran sabiduría y tu comercio has multiplicado tu fortuna, y con tu fortuna se ufanó tu corazón.

Ezequiel 28:5 Referans Kwoze

2 Reyes 14:10

Como has derrotado a Edón, te has engreído. Goza de tu gloria y quédate en tu casa. ¿Por qué quieres acarrearte la desgracia, para que caigas tú y Judá contigo?'.

2 Crónicas 25:19

Como has derrotado a Edón, te has engreído. Goza de tu gloria y quédate en tu casa. ¿Por qué quieres acarrearte la desgracia, y que caigas tú y Judá contigo?'.

Salmos 52:7

Por eso Dios te aplastará, te destruirá para siempre, te sacará de tu tienda, te extirpará de la tierra de los vivos.

Salmos 62:10

Los hombres del pueblo son un soplo, la gente ilustre, una mentira; cuando se los pone en la balanza, todos juntos pesan menos que un soplo.

Salmos 62:11

No esperéis nada de la violencia, no os hagáis ilusión con la rapiña; si llegáis a ser ricos, no pongáis vuestro corazón en las riquezas.

Proverbios 11:28

El que confía en sus propias riquezas caerá, los justos reverdecerán como follaje.

Proverbios 26:12

¿Ves a un hombre que se tiene por sabio? Más se puede esperar de un necio que de él.

Proverbios 30:9

no sea que, saciado, reniegue de ti y diga: '¿Quién es el Señor?'; o que, siendo pobre, robe y profane el nombre de mi Dios.

Isaías 23:3

de aguas enormes. El grano del Nilo, la cosecha del río eran su riqueza, la del emporio de los pueblos.

Isaías 23:8

¿Quién ha decretado esto contra Tiro, la coronada, cuyos comerciantes eran príncipes, y sus mercaderes, grandes de la tierra?

Isaías 5:21

¡Ay de los sabios a sus propios ojos, y en su estima prudentes!

Jeremías 49:4

¿Para qué presumes de tus valles, hija desleal? Confiada en tus tesoros, decías: '¿Quién va a venir contra mí?'.

Ezequiel 16:49

Éste fue el crimen de Sodoma, tu hermana, y de sus hijas: soberbia, gula y pereza; no socorrieron al pobre, al indigente,

Ezequiel 28:17

Tu belleza te llenó de orgullo. Tu esplendor te hizo perder tu sabiduría. Yo te derribé por tierra y te di en espectáculo a los reyes.

Ezequiel 28:2

'Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Dios: Tu corazón se ha enorgullecido y has dicho: Un dios soy yo, en la morada de un dios habito, en medio del mar. Tú, que eres un hombre y no un dios, has equiparado tu corazón al corazón de Dios.

Daniel 11:12

Después de aniquilar a este ejército, el rey del sur se inflará de soberbia, aplastará aún a millares de hombres, pero no durará su fuerza.

Daniel 4:30

La sentencia contra Nabucodonosor se ejecutó inmediatamente: fue expulsado de la sociedad humana, comenzó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo fue bañado por el rocío del cielo hasta que sus cabellos llegaron a crecerle como las plumas del águila y las uñas como las de las aves.

Oseas 13:6

Yo los apacenté y se saciaron; y, una vez saciados, su corazón se envaneció y de mí se olvidaron.

Zacarías 9:3

Tiro construyó una fortaleza, amontonó plata como polvo y oro como el polvo de las plazas.

Romanos 12:16

Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, poneos al nivel de los humildes. No os consideréis los sabios.

Deuteronomio 8:17

Guárdate de decir en tu corazón: Mi fuerza y el poder de mis manos han hecho todo esto.

1 Timoteo 6:17

A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas;