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Ezequiel 27:5 - Biblia Martin Nieto

5 Con cipreses de Hermón construyeron tus planchas, con cedro del Líbano hicieron tu mástil,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 De hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Eras como un gran barco construido con los mejores cipreses de Senir. Con un cedro del Líbano te fabricaron un mástil.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 De los cipreses de Senir sacaron las planchas de tu casco, de un cedro del Líbano, tu mástil, y de las

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Con cipreses de Senir armaron tu maderaje, Escogieron un cedro del Líbano y alzaron el mástil en ti;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Con cipreses de Senir construyeron todas tus tablas; un cedro del Líbano tomaron para erigir el mástil.

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Ezequiel 27:5
11 Referans Kwoze  

Salomón dominaba en todos los reinos, desde el río Éufrates hasta la tierra de los filisteos y hasta los confines de Egipto; todos le pagaron tributo y estuvieron sometidos a él mientras vivió.


Salomón tenía caballerizas para cuarenta mil caballos de tiro, destinados a sus carros, y para doce mil caballos de silla.


Los hijos de la media tribu de Manasés se establecieron en la región que se extiende entre Basán y Baal Hermón, el Sanir y el monte de Hermón. Eran numerosos.


Mándame también madera de cedro, ciprés y sándalo del Líbano, pues conozco bien la habilidad de tus súbditos en derribar los árboles del Líbano. Mis súbditos trabajarán con los tuyos.


Los árboles del Señor sacian su sed, y los cedros del Líbano que él había plantado.


la voz del Señor que desgaja los cedros, el Señor desgaja los cedros del Líbano;


Mis ojos observan a los que me espían y mi oído oye a los malvados que se alzan contra mí.


Ven del Líbano, novia; ven del Líbano, entra. Mira desde la cima del Amaná, desde las crestas del Senir y del Hermón, desde las guaridas de leones, desde los riscos de leopardos.


Hasta los cipreses se alegran de ti, hasta los cedros del Líbano: Desde que yaces en la tumba, ninguno sube ya a talarnos.


En alta mar se encuentran tus confines. Tus fundadores te hicieron de perfecta hermosura.


Los sidonios al Hermón le llaman Sarión, y los amorreos Senir).


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