Ezequiel 26:20 - Biblia Martin Nieto20 te precipitaré con los que han bajado a la fosa, con las generaciones del pasado; te haré habitar en las profundidades de la tierra, en las soledades perpetuas, con los que yacen en la fosa, a fin de que no seas restablecida nunca en la tierra de los vivos. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196020 Y te haré descender con los que descienden al sepulcro, con los pueblos de otros siglos, y te pondré en las profundidades de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada; y daré gloria en la tierra de los vivientes. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente20 Te enviaré a la fosa para que te reúnas con los que descendieron allí hace mucho tiempo. Tu ciudad quedará en ruinas, sepultada bajo tierra, como los que están en la fosa, quienes entraron al mundo de los muertos. Aquí, en el mundo de los vivos, no tendrás ningún lugar de honor. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)20 Haré que desciendas junto con los que van a la tumba, y te reunirás con el pueblo de los muertos, con todos los que han ido a parar a la fosa; no revivirás, no serás reedificada en la tierra de los vivos. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion20 Y te hundiré con los que descienden al sepulcro, a gentes de tiempos remotos, y te pondré en las profundidades de la tierra, entre las ruinas de la antigüedad, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada, pero Yo pondré gloria en la tierra de los vivientes. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197520 entonces te haré bajar con los que bajan a la fosa, con los hombres de otro tiempo; te obligaré a residir en el país de los abismos, entre ruinas sempiternas, con los que bajan a la fosa, para que no vuelvas a ocupar un lugar en el país de los vivos. Gade chapit la |
para que ningún árbol plantado al borde del agua se engría por su altura ni levante su copa por entre las nubes, y para que no confíen en sí mismos y en su altura cuantos son regados por las aguas. Pues todos ellos están destinados a la muerte, a la morada subterránea, entre los hijos del hombre, entre los que bajan a la fosa.